Los capos del narcotráfico de Colombia guardan como tesoros armas de fuego incrustadas en enchapes de oro, plata y diamante, dice un informe de El Tiempo de Bogotá.

“Para un mafioso, añade el diario, portar un arma deslumbrante, lujosa, de exclusivo diseño, con piedras preciosas incrustadas e imponente presentación es un símbolo de poder, riqueza y hasta protección contra la mala suerte.

La mafia colombiana no es ajena a este tipo de cultos, que se convierten hasta en una devoción religiosa, casi que por herencia de los capos mexicanos.

Hace poco se conoció el fusil con mira telescópica que cargaba Víctor Ramón Navarro Serrano, alias Megateo, abatido en una operación de la Fuerza Pública en el Catatumbo”, dice el informe del periodista Leo Medina de El Tiempo.

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