Reinventarse, innovar, dominar.

“La sala de redacción que ambiciono dirá sí a las nuevas ideas, a las nuevas historias por cubrir, y a nuevas formas de contarlas, sin las trabas de la burocracia que hemos creado a través de generaciones”, advierte Dean Baquet, Editor Ejecutivo del New York Times.

En esta era digital  el Times marca la pauta permanente de refrescamiento de sus contenidos editoriales, según lo acaba de exponer Baquet al personal.

La exclusiva, primero. “La cobertura digital de noticias de los mercados nos empujan lejos de los desarrollos incrementarles que los lectores pueden encontrar en cualquier lugar en un paisaje infinito en línea. Favorecemos de manera contundente aquella cobertura que los lectores solo hallarán “en The New York Times. Un periodismo autorizado que los ayude a navegar en sus vidas “, dice Baquet en un informe de Benjamin Mullin, managing editor del Poynter Institute de St. Petersburgo, Florida.

“Sé que hay mucho ocurriendo en este momento. Pero si me lo permiten, me atrevo a decir que la visión del The New York Times del futuro está comenzando a emerger. En aspectos cruciales, será muy parecido al Times del pasado – de gran escritura, del periodismo de investigación, de las exclusivas en la cobertura se valorarán más que nunca. Ninguna institución en el periodismo estadounidense está más comprometido con estos ideales.

“Sin embargo –añade Baquet—  será diferente de manera significativa. Tendrá menos historias “para el registro.” De hecho, se hará un menor número de historias de noticias tradicionales. Las historias se relajarán en el tono. Los reporteros tendrán una mayor responsabilidad de asegurarse de que sus historias se lean mediante titulares sugestivos, y pensarán a través de ellos están lo que están tratando de alcanzar”.

“El video será una parte muy importante de nuestra narración. De hecho, un porcentaje mucho mayor de nuestras historias se narrarán a través del periodismo visual. Los reporteros cubrirán sus temas o regiones sin preocuparse de dónde aterrizarán sus historias en el diario impreso. Sus editores, libres de preocuparse por llenar páginas de impresión específicas, pueden decir que sí a una gama mucho más amplia de ideas de la historias que no se ajustan la arquitectura de del diario impreso hasta ahora”.

Una sala de redacción que suena interesante. Me lleva de nuevo a un consejo que me dio Joe Lelyveld cuando yo era un joven editor: ´El objetivo de un buen editor debe ser decir “sí”, tan a menudo como sea posible. La sala de redacción que ambiciono dirá sí a las nuevas ideas, a las nuevas historias por cubrir, y a nuevas formas de contarlas, sin las trabas de la burocracia que hemos creado a través de generaciones”.

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