“Fiscal se juega la credibilidad con Odebrecht”, titula la prestigiosa revista Semana de Bogotá un análisis sobre cómo el escándalo de los presuntos sobornos en Colombia del gigante brasileño de la construcción, Odebrecht, es una prueba de fuego para el Fiscal General Néstor Humberto Martínez.

Los sobornos habrían alcanzado a financiar con un millón de dólares la campaña de reelección de 2014 del presidente Juan Manuel Santos, recién proclamado Premio Nobel de la Paz, según denunció el Fiscal Martínez.

“Se juega con el caso Odebrecht su credibilidad para el resto de su periodo. Y vendrán otros procesos más grandes y complejos”, advierte la revista que destaca la cercanía política del Fiscal Martínez con el presidente Juan Manuel Santos y su vicepresidente Germán Vargas.

Dice Semana: “El fiscal general está en la mira de todo el mundo. La versión del excongresista Otto Bula, según la cual Odebrecht entregó una contribución a la campaña de Juan Manuel Santos en 2014, era para él toda una papa caliente. A solo seis meses de posesionado, cualquier decisión que tomara sobre esas versiones –que la declaración formal de Bula había puesto en manos de la Fiscalía– determinaría su credibilidad para los tres años y medio que le quedan en el búnker. Néstor Humberto Martínez es cercano a Santos y al vicepresidente Germán Vargas, pero ha tenido muy buena comunicación con el uribismo y su llegada al cargo fue interpretada como un posible puente que podría iniciar el fin de la polarización política que tanto mal le ha hecho a la justicia.

“El caso Odebrecht era una prueba de fuego”, dice la revista.

“En el caso Odebrecht, Martínez Neira no podía quedarse con los brazos cruzados, ni dilatar anuncios sobre un testimonio tan explosivo como el de Bula… Martínez pudo exagerar: muchos afirman que una irregularidad administrativa de una campaña no ameritaba un escándalo que alcanzó a hacerle daño a la imagen internacional del gobierno. Pero desde el punto de vista institucional a la Justicia le corresponde investigar, sin preocuparse por las consecuencias de otro orden. Y si el balance de estos primeros días es que Néstor Humberto Martínez –en la cúspide de su carrera– se va a empeñar en cumplir el papel institucional que le corresponde como fiscal, su controvertido comunicado del martes será recordado como un paso en la dirección correcta”, agrega Semana.

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