Edgar Fonseca, editor PuroPeriodismo.com

La convulsa confluencia de intereses que abarca el trabajo de la comisiòn legislativa investigadora de cuestionados créditos bancarios, la tiene en el punto de mira de aquellos interesados en descarrilar su labor.

Ante el más grave escenario de un alegado tráfico de influencias en esas cumbres del poder, que le estalló en la cara a este gobierno, pero que  salpica a no pocos, las pesquisas de la comisión perturban e incomodan a muchos.

La salida de Clarke

La salida de la diputada liberacionista Maureen Clarke en protesta por supuestas presiones internas, obligó al candidato PLN a desmarcarse de cualquier intento por torpedear el trabajo de la comisión.

Alvarez Desanti no solo anunció que se debe investigar a quien sea, sino que nominó a una diputada beligerante, en su tarea de control político, para que se integre de inmediato al foro investigador.

“Todas las personas involucradas deben rendir cuentas ante la Comisión Investigadora para recuperar confianza en los instrumentos democráticos”, afirmó el aspirante en un espaldarazo a una comisión cuyos hallazgos la convierten en la mayor “caja de Pandora” para los políticos locales en tiempos recientes.

La llegada de Piszk. La legisladora verdiblanca, vertical y combativa en los abusos y privilegios de los gremios y objeto de una feroz campaña de ataques, ratifica un  necesario compromiso con los afanes esclarecedores de la comisión.

Lo que sigue. Las presiones contra Clarke y la votación mayoritaria para no recibir a más diputados evidencian que el grupo investigador está bajo la amenaza de fuerzas interesadas en fulminar su tarea.

Esta instancia debe continuar su labor indagadora, concentrada en el ojo del huracán de este escándalo, la penetración, conexiones e influencias del poderoso personaje que quedó al descubierto con el denominado “cementazo”.

La comisión no debe perder su norte. Otros casos, otros hechos, solo contribuirían a confundir su labor y a la opinión pública.

A la turbulenta confluencia de intereses afectados, la comisión se ve abocada a entregar conclusiones en la ebullición de la campaña electoral.

Y es aquí donde los legisladores tienen otra prueba de fuego dadas las extendidas ramificaciones del personaje del cuento.

Que “cada palo aguante su vela”.

La “metástasis” del escándalo, me admitió el reconocido analista Constantino Urcuyo, pareciera más amplia de lo que suponían los entendidos.

Punto final-El presidente no pudo esquivar este espinoso episodio al cierre de su gestión durante las recientes festividades patrias.

Hizo bien en reconocer las graves implicaciones para el sistema político y financiero de las andanzas de este poderoso personaje y de sus consejeros por los pasillos del poder hasta llegar a su propio despacho.

Muy desafortunado que apuntara sus baterías contra la prensa. Lo siguen mal aconsejando.

Los medios cumplen con su responsabilidad pública, critica, de aportar atención y disección a un caso mayor de transparencia que tanto pregonó la era del “cambio”.