Edgar Fonseca, editor
Tras 37 días del ofrecimiento de una recompensa de la DEA, por $500 mil, para ubicar y arrestar al fugitivo Alejandro Arias Monge, alias Diablo”, no hay rastros de su paradero. Parece que se lo tragó la tierra.
La DEA anunció el 30 de abril la recompensa, la primera en el caso de un fugitivo nacional, pero, a pesar de una avalancha inicial de datos, muchos de ellos falsos, según dijo el subdirector del OIJ, Michael Soto, dicho individuo sigue sin dar señales que faciliten su captura tras seis años en fuga.
Este jueves fue golpeada una de sus redes de operación en Aguas Zarcas de San Carlos, ligada a un sospechoso alias Ilon, lugarteniente, pero del posible paradero del “pez gordo” no trascendió ningún dato, al menos público.
Se presume que “Diablo” era quien proveía la droga a la estructura criminal, citó una versión de la Fiscalía.
El propio fiscal general, Carlo Díaz, confirmó que dicho grupo está vinculado directamente al prófugo Arias Monge.
La red inclusive recibía órdenes de uno de sus lugartenientes, ratificó el reporte oficial.
El grupo narco criminal golpeado hoy es vinculado a la venta de drogas en Aguas Zarcas con la pretensión de ampliar operaciones al distrito de Venecia.
La DEA vincula a “Diablo” tráfico de narcóticos, asesinato y lavado de dinero así como conspiración para fabricar, importar y distribuir sustancias controladas en los EE.UU.
“Sabemos que en el mundo criminal las traiciones están latentes y más por una cantidad como esta. Entonces, si algún socio, cómplice, conocido, amigo, familiar quiere aportar información, estaríamos deseosos de recibirla y poderla materializar”, resaltó Soto del OIJ en un video difundido el miércoles 21 de mayo ante la ausencia de datos precisos. Ver video adjunto.
Golpe a red
Un total de 11 allanamientos ejecutó la Fiscalía esta mañana en Aguas Zarcas para desarticular la organización delictiva dedicada a la venta de clorhidrato de cocaína, crack y picadura de marihuana, que operaba en Aguas Zarcas de San Carlos y sus alrededores, se informó oficialmente.
Según la Fiscalía, los sospechosos vendían los estupefacientes bajo el método del servicio exprés: recibían los pedidos de las sustancias por teléfono y luego las distribuían en vehículos que forman parte de la organización. Como parte de la logística, a la cocaína le llamaban “pollo”, al crack “abuelo” y a la marihuana “verde”.
Las investigaciones verificaron que la red hacía las entregas utilizando a vendedores terminales de droga que operaban desde sus casas y en vía pública. Pretendían ampliar la operación al vecino distrito de Venecia.
La Fiscalía liga a esta red, además, al homicidio de un hombre de apellidos Blanco Romero, el 8 de febrero pasado, en Santa Rosa de La Palmera, comunidad cercana al citado centro de operaciones de la agrupación.
Luego de haber vigilado al ofendido, dos sicarios se ocultaron en la parte trasera de su vivienda y lo atacaron con arma de fuego; a la víctima se le vinculaba con otra estructura delictiva que operó en la zona, se informó.
A los sospechosos se les imputa el delito de infracción a la Ley de Psicotrópicos, en la modalidad de transporte, almacenamiento, distribución, posesión, comercio y venta de drogas, el cual contempla penas de entre ocho y 20 años de prisión, así como un delito de homicidio calificado, con una sanción máxima de 35 años, consignó el informe oficial.
- Con información de Prensa Ministerio Público