Edgar Fonseca, editor
El exmagistrado Celso Gamboa Sánchez, detenido desde el 23 de junio, ante pedido urgente de la embajada de EE.UU., reclamó este miércoles que en La Reforma desayuna café con pan sin nada y que la guardia penitenciaria hace el recuento matutino de detenidos de forma violenta.
“El desayuno se va sirviendo a eso de las 10 de la mañana. Es café con pan sin nada”, enfatizó, el también exministro de Seguridad, ante el tribunal que le sigue causa en Goicoechea por supuesto tráfico de influencias en favor del exalcalde Johnny Araya.
“A las 11:30, porque ya lo medimos todos, se sirve el almuerzo y la cena entre 2:30 y 3:00 de la tarde”, dijo.
“A esa hora –añadió– estamos cenando allá en La Reforma”.
Las manifestaciones las hizo al advertir que, por los horarios del juicio y de alimentación en la Unidad de Máxima Seguridad donde está recluido, pendiente un trámite de extradición gestionado por EE.UU., se le dificulta cenar por las tardes al retornar al penal.
A su regreso, dijo, ya ha concluido la cena de presidiarios.
“Ayer dormí con mucha hambre y hoy me va a pasar igual”, aseveró.
“Y voy a venir con una ropa indigna”, agregó el exmagistrado, requerido en extradición por EE.UU. por presunto tráfico internacional de drogas en causa que le sigue la Fiscalía Federal de Texas.
Que mi familia meta comida
“Ya sea que si el tribunal puede prever que terminemos antes o se haga algo, que mi familia me meta comida para poder seguir”, pidió.
“No quiero ni estoy pidiendo nada gourmet”, agregó.
“La comida viene fría en algunas ocasiones y aun así yo la necesito para poder venir con fuerzas al debate”, insistió.
Es el segundo reclamo suyo en menos de dos días de debate sobre supuestos maltratos en La Reforma.
El martes dijo que durante los días que lleva detenido guardias del penal han irrumpido de madrugada en su celda, lo requisan y no lo dejan dormir.
El director del OIJ, Lic. Randall Zúñiga, dijo que no habrá trato especial para Gamboa en las celdas judiciales.
Choca con horarios del penal
“Está pasando un tema con mi alimentación. En el centro penal yo sí sé cuándo son las 6 de la mañana, porque a las 6 de la mañana se hace lo que se llama el recuento. La policía entra de forma violenta y nos cuenta los privados de libertad que ahí están”, denunció.
Por la tarde, tipo 4 p.m. se da la cena en el penal.
“Hacen el recuento, y nos cierran el patio y quedamos dentro”, narró.
“A esta hora (4 de la tarde) los compañeros privados de libertad en máxima seguridad ya cenaron y ya están encerrados en su celda. Yo llego y no hay de comer. Aquí la comida la sirven hasta las 7 de la noche”, dijo sobre el servicio en celdas judiciales.
“Yo puedo continuar y puedo seguir hablando, pero hasta me da vergüenza tener que decir esto, yo no sabía que estaba pasando ahí. Pero no tenía claridad que si no llega tarde de una práctica judicial no tienen comida. No hay, no hay”, remarcó.
Rechazo del director OIJ
El director OIJ, Lic. Zúñiga rechazó dar condiciones especiales a Gamboa en las celdas judiciales.
“OIJ se opuso tajantemente en brindarle cualquier mejoría a Celso Gamboa estando en celdas judiciales (vestimenta especial)”, afirmó el jerarca en un post X difundido a las 11:59 a.m. ayer.
“Nuestra convicción –puntualizó– es clara en que las reglas están para cumplirse y no las doblaremos por nadie”.
“Recordando el evento Barrenador, el extraditable fue llevado en el carro oficial hasta las celdas judiciales, allí fue puesto a las órdenes de la Sección de Cárceles, por lo que los traslados siguientes fueron en la mal llamada “perrera” o cualquier otro vehículo de seguridad. La regla es clara, si la persona está a la orden de Cárceles viaja en la mal llamada “perrera” como mínimo, si está a la orden del investigador viaja en el vehículo oficial. Fin de la historia”, afirmó Zúñiga.
Cerró su mensaje con la frase latina, “ACTA NON VERBA”, (Hechos no palabras).
El juicio que se sigue contra Gamboa, la exfiscal subrogante Berenice Smith y el exalcalde Araya, está bajo un intenso dispositivo de seguridad ejecutado por agentes especiales de la unidad de Reacción Táctica ante riesgos de ataques a la sede judicial.