Daniel Ortega y Rosario Murillo vivieron en al menos tres casas de seguridad en San José antes de caer Somoza/Se casaron en secreto

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PuroPeriodismo, La Prensa, Nicaragua Investiga

Daniel Ortega y Rosario Murillo, aferrados al poder en Nicaragua, vivieron en San José en al menos tres casas de seguridad del Frente Sandinista, en una de las cuales se casaron en secreto, meses antes de la caída de la dictadura de Anastasio Somoza el 19 de julio en 1979.

Así lo recogen distintos informes de La Prensa de Managua, que difunde desde el exilio, y del sitio Nicaragua Investiga.

No solo vivieron sino que de aquí partieron vía aérea hacia León, el 16 de julio de aquel año, al aproximarse el derrumbe de la dinastía del que se cumplen 46 años el próximo sábado.

Un quiebre amoroso los unió en San José

Rosario Murillo y Quincho Ibarra se fueron de Nicaragua a Venezuela, de ahí a Panamá y finalmente a Costa Rica donde comenzaría la relación amorosa con Daniel Ortega. “De repente (Quincho Ibarra) aparece trasladado a Cuba para estudiar un curso de cine. El Frente lo manda, y entonces le queda el campo libre a Daniel con la Rosario. Cuando regresó de Cuba ya Daniel vivía con la Rosario”, reseñó La Prensa en un informe especial en agosto 2016.

La casa de seguridad donde vivía Murillo en Costa Rica era la oficina de propaganda internacional del Frente Sandinista. Ahí se grababan los programas de las radios Liberación y Sandino, funcionaba un mimeógrafo para imprimir propaganda y se ocultaban otros refugiados sandinistas.

Cuando Ortega, quien ya era un alto dirigente del Frente Sandinista, se convierte en pareja oficial de Murillo, el aparato de logística del Frente les consigue una casa más privada. A esa casa llegaban a reuniones otros dirigentes sandinistas, pero de más alto rango, como Víctor Tirado, su hermano Humberto Ortega, quien nunca se llevó bien con Murillo, o Sergio Ramírez. De ahí los movieron a una tercera casa, mucho más escondida, donde la familia de Murillo tiene que cambiarse los nombres y a los vecinos les dicen que son guatemaltecos. Fue una etapa de aislamiento, con esporádicas incursiones a Nicaragua, disfrazados, que duraban tres o cuatro días.

El 16 de julio de 1979 Daniel Ortega llega a León, Nicaragua, como miembro de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, a formar el nuevo gobierno revolucionario. Ortega aparece en las fotografías ya de verde olivo nuevecito, con todo el apertrechamiento militar de un soldado y con una extraña gorra de ferroviario. Murillo, en segundo plano, también de uniforme militar reluciente, calzando botas y cargando con dificultad armas que nunca usó. “En una reunión de cuadros, a la Chayo (Murillo) se le cayó el fusil y Daniel se puso encachimbado”, dice la fuente, según dicho medio.

Los casaron en secreto en Moravia

“Del casamiento que todavía no hemos tenido, Daniel y yo, que a lo mejor, algún día, si nos decidimos, si yo le doy el sí y el a mí, podría ser que caminemos de la puerta-al-altar-a-la-puerta, con todos nuestros hijos, nueras, yernos y nietos, como mejores amigos”, añoraba Murillo la hoy poderosa y temida copresidenta, poetisa en sus orígenes, y secretaria del director de La Prensa, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, muerto en Managua el 10 de febrero de 1978.

Entonces, ¿por qué la ceremonia de ese día era “renovación de votos” y no “el casamiento” que Rosario Murillo lamentaba no haber tenido? Sucede que pocos días antes, el 18 de julio de ese año, la pareja había sido duramente criticada por comulgar sin estar casados por la Iglesia. Ellos salieron al paso a la críticas, en víspera de la campaña electoral que lo regresaría al poder, aduciendo haber contraído matrimonio entre octubre y noviembre en 1978, en Costa Rica, en una ceremonia que celebró el sacerdote guerrillero, ya fallecido, Gaspar García Laviana.

Según una declaración notarial ante el abogado Hernán Estrada, ambos afirmaron que “por las circunstancias de la guerra contra la dictadura Somoza y por estar viviendo en clandestinidad tanto los contrayentes como los testigos, el matrimonio se efectuó con las mínimas formalidades que establece la Iglesia católica”, asegura un reportaje del periodista José Adán Silva, publicado por El Nuevo Diario.

Tampoco hubo ningún papel que hiciera constar el hecho. Sin embargo, hubo dos testigos: Rafael Solís, magistrado de la Corte Suprema de Justicia, y Elba Úbeda Mendoza, especialista en medicina natural.
“Los otros testigos de aquel acto, según los consortes, ya no existen para dar fe del casamiento. Eran el comandante Óscar Benavides, caído en combate durante la guerra de insurrección de 1979, y el doctor Jacobo Marco Frech, muerto por enfermedad en marzo del 2005, seis meses antes de la unión religiosa Ortega-Murillo”, reza el texto del diario nacional.

Además de los dudosos testigos y circunstancias, Edén Pastora, comandante guerrillero de la zona sur de Nicaragua, aseguró sobre el fallecido sacerdote que “Gaspar era humilde y podía casar a cualquiera en sus momentos libres, pero no recuerdo que haya salido de sus obligaciones militares y morales para casar a personas en San José”, cita La Prensa.

En Los Colegios, Moravia, una casa funcionaba como hotel de refrescamiento de guerrilleros

Otra fuente, un exdirigente sandinista, confió al sitio Nicaragua Investiga, en un informe de junio 2023, que los guerrilleros sandinistas terceristas, dirigidos por Humberto Ortega, vieron la precariedad en la que vivía Murillo en Rohrmoser y le ofrecieron una mejor casa, a cambio de que dejara de trabajar con la GPP y se uniera a ellos en el área de propaganda.

Es posible que Murillo comenzó a colaborar con los terceristas cuando todavía vivía en Rohrmoser con Ibarra, pues la investigadora Belén Amador Rodríguez, en una tesis doctoral, afirma que, a finales de 1977, las primeras transmisiones de la clandestina Radio Sandino estuvieron a cargo de Murillo e Ibarra, pero después se retiraron.

Según la fuente, el verdadero líder de los terceristas era Humberto Ortega y fue quien autorizó que a Murillo se le alquilara una buena casa en una zona conocida como Los Colegios, en Moravia, donde además funcionaba Radio Sandino, una imprenta en la que se imprimían folletos del FSLN y las oficinas del movimiento guerrillero.

Era una casa a la que se le llama “de refresco”, porque llegaban guerrilleros sandinistas a descansar después de pasar peleando en Nicaragua. En Los Colegios cambió totalmente el exilio de Murillo, porque la casa era como un hotel, donde siempre había comida.

Una casa para dos Ortega, no

El 26 de febrero de 1978, el día en que la Guardia Nacional mató a su hermano Camilo en Los Sabogales, Masaya, Ortega viajaba en avión desde Tegucigalpa hasta San José, reseña Nicaragua Investiga.

Al arribar a la capital costarricense, los terceristas lo llevaron a la casa de su otro hermano Humberto, en Desamparados, donde estuvieron conversando en la noche de ese día. Sin embargo, determinaron que Ortega no se podía quedar en la casa de su hermano Humberto porque ambos eran miembros de la Dirección Nacional del FSLN y no podían estar en el mismo lugar, por seguridad.

En ese momento, los terceristas recuerdan que le acababan de alquilar la casa a Rosario Murillo en Los Colegios y deciden enviar a Ortega para ese lugar.

A Daniel Ortega lo llegan a dejar a la casa de Rosario Murillo en la madrugada. Murillo se asusta, pero, cuando sabe que se trata de Ortega, se calma.

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