Fiscalía ve alto grado de “inteligencia previa” en misterioso asesinato de opositor a Ortega/Tenía contacto con la DIS, según su esposa/Pero no le dieron protección

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PuroPeriodismo/La Prensa, Managua

La Fiscalía advierte que hubo un “alto grado de inteligencia previa” en el misterioso asesinato del mayor en retiro, Roberto Samcam, opositor a la dictadura Ortega-Murillo, ejecutado por un sicario el 19 de junio en un condominio al costado de Lincoln Plaza en Moravia.

Mauricio Boraschi Hernández, fiscal general adjunto, no descartó el móvil político en dicho caso que permanece en la penumbra, según entrevista que concedió, vía telefónica, al sitio nicaragüense La Prensa que opera desde el exilio.

La presunción que el asesinato haya sido obra de agentes infiltrados en el país por el régimen Ortega-Murillo ha sido denunciada por sectores disidentes y opositores en San José.

Fiscal Boraschi: conocíamos de antecedentes de amenazas

Usted mencionaba dos líneas: los autores materiales y los intelectuales. ¿Las investigaciones ya dan luces sobre el origen del crimen? ¿Se descartan o no motivaciones políticas, como han señalado muchas personas?

-Precisamente esta línea de investigación tendiente a determinar la autoría intelectual de este homicidio por sicariato mantiene todas las posibilidades abiertas. Y en esto quiero ser muy claro. Nosotros conocemos perfectamente y en detalle los antecedentes del señor Roberto Samcam. Sabemos de su pasado como militar, de su pasado como exiliado, como crítico del Gobierno de Nicaragua y del régimen que está en el poder. También conocíamos antecedentes de amenazas.

También quiero ser claro en que ya nosotros tuvimos la triste y lamentable experiencia de los dos atentados contra el señor Joao Maldonado. 

Entonces, ¿desde la Fiscalía podemos decir que no se descarta el tema político en esta investigación?

-No. Le hacía referencia a estos antecedentes, porque nosotros realmente conocemos la situación en la que estaba en el país el señor Samcam. Sabemos también que era un fuerte crítico del régimen que gobierna en Nicaragua. Sabemos también que en su momento se había acercado a autoridades de Inteligencia de este país y que denunciaba ser víctima de amenazas.

No podemos tapar el sol con un dedo: sabemos de otros atentados en otros países donde han perdido la vida personas opositoras. Y el señor Samcam, y creo que nadie más que ustedes podrán dar fe de esto, era una voz fuerte y crítica al sistema.

Alerta por alto nivel de inteligencia y planificación

¿Qué representa este caso para la justicia costarricense y que se señale la posible motivación política?

-Realmente es motivo de preocupación. Costa Rica se ha caracterizado por ser un país que abre sus puertas a personas como el señor Samcam, que tenía una condición migratoria especial en razón de su situación particular como crítico del régimen. Este caso representa una alerta muy importante sobre lo que puede estar detrás de este homicidio por sicariato, que tiene un grado de planificación importante. No se roba nada, entran directo a buscarlo y asesinarlo. En su casa estaba su esposa y una hija y a ninguna de ellas les pasa nada.

Todo es en cuestión de segundos y totalmente certera la actuación. Ese tipo de hechos no son obra de la casualidad. Hubo un proceso de inteligencia previo. Para el Gobierno de Costa Rica y para todos los costarricenses esto representa un acto que nos duele, nos apena y nos preocupa. Para el Ministerio Público y para la Policía Judicial se vuelve un gran desafío.

Hemos dispuesto un equipo de fiscales especializados y un equipo de primera línea del OIJ, con una tasa de resolución superior a la de Estados Unidos en homicidios.

¿Qué hallazgos han arrojado las investigaciones hasta el momento sobre el caso del mayor en retiro Roberto Samcam, desde la Fiscalía de Costa Rica?

-El señor Roberto Samcam fue asesinado en un evento que denominamos un hecho de sicariato, por lo que van arrojando las investigaciones. ¿Y a qué me refiero puntualmente? Este señor estaba dentro de un condominio, ahí rentaba un apartamento, el número seis, en el residencial Naples. Y ahí por fuera, en el portón principal de entrada de ese condominio, que es pequeño, se encuentra el portón abierto con ocasión de unos trabajos que estaban haciendo de mantenimiento en el mismo. Es así como en ese momento, repentinamente, aparece un vehículo del cual se baja un sujeto con su cara descubierta y sube al segundo piso donde estaba el apartamento que habitaba don Roberto Samcam. Ahí pasa por el portón principal, hace un saludo rápido a los trabajadores que estaban haciendo la obra de mantenimiento.

Ahí sube las gradas, la puerta del apartamento del señor Roberto Samcam estaba abierta y lo que se escuchan son aproximadamente ocho balazos. Y a partir de ahí esta persona resulta vilmente asesinada con ocho disparos, la mayoría de ellos concentrados en su tórax.

¿Había seguridad?

-El sujeto que hizo los disparos bajó del segundo piso, se dirigió a la calle principal en ese sector de Moravia. Es una calle que tiene únicamente una especie de «semirrotonda», que tiene dos entradas. El guarda que estaba cuidando uno de los extremos no tenía la aguja en operación. El sujeto que cometió este asesinato se subió como acompañante al mismo carro que lo había llevado y a partir de ahí huyen. A partir de ahí inició una respuesta policial con una serie de cierres de vías.

Lugar donde asesinaron al mayor en retiro Roberto Samcam en Costa Rica. LA PRENSA/O. Navarrete

Vehículo encontrado es clave en las investigaciones

¿Qué se sabe del vehículo que se utilizó para que los asesinos se trasladaran?

-La investigación inicial daba cuenta de un vehículo tipo rural. El vehículo(es) color blanco, cuatro puertas, donde este sujeto se montó por el lado del acompañante y huyó del lugar. El vehículo, pese a los dispositivos que se desplegaron, no pudo localizarse rápidamente y fue en horas de la tarde, ese mismo día, poquito pasado el mediodía, que la Policía lo ubicó como a unos aproximadamente ocho kilómetros del lugar donde se cometió el asesinato.

Ese vehículo andaba sin identificación, estaba sin placas, sin documentos, sin ningún rasgo distintivo. 

¿Este vehículo que usted mencionaba no tiene ningún tipo de identificación? ¿Tiene antecedentes, es robado?

-Sí, en este momento estamos procediendo con todas esas verificaciones, pero por lo que podemos establecer por el tipo de vehículo las características son coincidentes con una denuncia por robo de vehículo.

Concretamente, ¿entonces quiere decir que ese vehículo tentativamente es robado?

-Correcto.

¿Hubo otros vehículos involucrados? Porque algunas versiones mencionaban una motocicleta

-Las investigaciones nos arrojan que en estos hechos participó también una motocicleta que estuvo efectuando labores de vigilancia previas al hecho en sí, es decir, al momento en que llegaron los dos sujetos en el vehículo blanco que le relaté.

Estamos concentrados en identificar sobre todo a las personas que participaron inicialmente en el hecho, pero sabemos que hay dos vertientes o dos líneas de investigación: una que apunta directamente a los autores materiales, entiéndase los ejecutores; y otra línea de investigación que tienda hacia la autoría intelectual, que esperamos se pueda desarrollar de manera importante, aunque sabemos que no es sencilla. 

Es decir, para ser más claro, para saber cuáles personas estuvieron detrás de la planificación, la orden y la ejecución desde el punto de vista intelectual.

Fuente: La Prensa


Samcam tenía contacto con la DIS, dice su esposa

Claudia Vargas, esposa de la víctima, aseguró a La Prensa que su marido tenía contacto fluido con la DIS, cada dos meses. Sin embargo, no recibió protección en especial ni él ni su familia.

Las autoridades costarricenses dijeron que la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional de Costa Rica (DIS) recibió denuncias por las amenazas. ¿Usted qué nos puede decir sobre eso, si se tomaron medidas desde esta instancia?

-Roberto hablaba (con la DIS) cada dos meses. Tenía un diálogo muy fluido y frecuente con la DIS. Todo el tiempo estaba advirtiéndoles y compartiendo información. Yo consideraría a Roberto un colaborador en temas de seguridad con Costa Rica, porque alertar de esto a la DIS es colaborar con ellos.

¿Y la DIS tomó medidas para protegerlos?

-Yo no recuerdo, sinceramente, que Roberto me haya dicho o que la DIS haya llegado a nuestra casa a decirnos qué medidas cautelares podríamos tomar, aparte de las que Roberto podía haber expresado como «me estoy cuidando de esta forma en la calle, me estoy cuidando de esta forma». La DIS nunca llegó a nuestra casa a decirnos: “¿Sabés qué, Roberto? Para lo que vos denunciás, este espacio no está bien. Vos necesitás reforzar tus medidas de seguridad”. No nos dieron recomendaciones, porque las hubiéramos tomado. Y si la DIS hubiera llegado y nos hubiera dicho que ese lugar no era seguro y que Roberto tenía que mudarse a un lugar con tales y tales características, nosotros hubiéramos buscado el apoyo de la familia también. Y no tuvimos esa recomendación que yo sepa.

¿Qué tipo de amenazas recibió previo al crimen y qué tan frecuente era eso?

No puedo hablar sobre eso. Los celulares de Roberto, la computadora y todo esto los tiene el OIJ para analizar todos estos mensajes, campañas, flyers que llegaban a cada rato, en los que ponían fotos, por ejemplo, de Rodolfo Rojas, de Joao, de Roberto y de otros activistas y defensores de los territorios.

Hacían una de Masaya, una de Carazo, una del movimiento campesino, por sectores también. Vos sabés, estas campañas, listas y listas que salieron desde 2018. Pero había una en la que iban poniendo una X a los que iban matando y cuando mataron a Rodolfo Rojas pusieron una X grande en rojo sobre su foto. Y después con Joao pusieron otra X sobre su foto. Y en la lista, el siguiente que venía era Roberto.

¿Y después del incidente, hubo amenazas? 

No tengo los teléfonos de Roberto, así que no podría informarte al respecto. No sé nada.

¿Para el círculo cercano, para su familia, por ejemplo?

No, absolutamente ninguna. Para nosotras no. Creo que el objetivo siempre fue Roberto.


Pesadilla sin fin

Han pasado 18 días desde el asesinato del mayor en retiro Roberto Samcam, ocurrido el 19 de junio de 2025 en su vivienda en Moravia, San José, Costa Rica. El crimen, ejecutado con una inteligencia y precisión que las autoridades han calificado como propia de un hecho de sicariato planificado, conmocionó no sólo al exilio nicaragüense, sino a voces democráticas en toda la región.

Samcam, analista político y exmilitar, había denunciado en múltiples espacios la represión del régimen Ortega Murillo y advertido sobre la presencia de estructuras de vigilancia en el extranjero.

En esta entrevista con LA PRENSA, su viuda, Claudia Vargas, relató cómo vivió aquellas horas cruciales del 19 de junio. Entre la rutina doméstica compartida con su esposo y la devastadora llamada de su hija, Vargas reconstruye los minutos en los que la tragedia irrumpió en su vida.

“Todavía siento que estoy en una pesadilla, que alguien me despierte, por favor”, dice. Y recuerda, con voz entrecortada, cómo su esposo le preparó el desayuno por última vez, como solía hacerlo cada mañana.

Vargas también describe las amenazas previas que recibió su esposo, las alertas que él compartió con las autoridades de inteligencia de Costa Rica, la falta de medidas preventivas y cómo la familia planea preservar su legado intelectual.

Días difíciles

¿Cómo han sido para usted estos días después de ese 19 de junio?

Han sido días fatales, todavía no podemos creerlo, todavía siento que estoy en una pesadilla, y quiero que alguien me despierte. Estamos tratando de llevarlo día a día. Un paso a la vez, un día a la vez.

¿Qué recuerda usted de ese día, el 19 de junio, cuando se reportó sobre el crimen?

Un día como todos, normal, como siempre, las mañanas bien apresuradas. Él me estaba preparando siempre el desayuno y me alistaba las loncheras de lo que me iba a traer para el almuerzo de la oficina también. Yo me iba a la calle y Roberto se quedaba siempre trabajando desde casa.

Cuando estaba en la oficina, me sorprendió que me llamó mi hija que no se despierta tan temprano. Y me dijo “mami, algo le pasa a Bobby (Roberto), está en el piso y tiene mucha sangre”. Yo pensé que era algo gástrico, como acababa de venir de México, pensé que tal vez una úlcera, una gastritis, que vomitó sangre y que se descompuso.

Jamás pensé que eso había pasado. Luego, en una llamada con mi hija le dije: “Cha, ¿qué pasó? ¿Ya llegó emergencia, vienen para el hospital, lo van a traer al hospital, sabés a dónde?” Y entonces me dice: “No, mami, están todavía los de emergencia con él (en la casa)». Y yo me asusté porque había pasado bastante tiempo, habían pasado casi más de 15 minutos. Y le digo yo: “¿Está vivo Bobby?” Y entonces me dice: “Mami, está casi vivo, apenas vivo”. Todavía me asombro más y entonces me dice: “Mami, es que a Bobby le dispararon”. O sea, hasta ese momento me doy cuenta. Me dice: “Le dispararon en el pecho y varias veces». Entonces le dije: “Ya voy para allá”.

Una amiga me llevó a la casa. Cuando faltaban como dos cuadras para llegar, mi hija me devolvió la llamada y me dice: “Mami, Bobby no lo logró, Bobby está muerto”. Entonces llegué y estaba la policía, estaba todo. Mi hija estaba dormida y dice que la despertaron unos ruidos estrepitosos y que cuando salió ya no había nadie y que Bobby estaba en el piso, que fue cuando ella me llamó.

Le dispararon, llegaron hasta la puerta del apartamento, aprovecharon que estaban reparando una ventana y dejaban abierto el portón de acceso al residencial, y le dispararon ocho veces. Roberto nunca se acercó al portón de la vivienda.

El fiscal mencionaba en la entrevista que la aguja estaba levantada. ¿Eso suele suceder ahí?

Fijate que nosotros pensábamos que el lugar donde vivimos era seguro. Y de hecho, todavía hablando con los vecinos un día de estos, cuando estuve por allá, volvíamos a la conclusión de que no es un lugar inseguro. Tiene aguja. No es una calle transitada como otras calles que son más transitadas y que tienen acceso, pero es un acceso bastante privado. Durante el día la aguja está levantada y en las noches las dos agujas están cerradas. A las cinco y media cierran las agujas. No es un condominio que reciba muchas visitas. Casi nadie llega, sólo los que estamos ahí entramos y salimos. Entonces era bastante seguro.

Como el apartamento es bastante pequeño, usualmente abrimos la puerta para que entre aire, para que entre luz, para que se ventile mientras se está limpiando. No vivíamos con las puertas trancadas, ni las ventanas trancadas. Incluso cuando mi hija me dijo “a Bobby le dieron un disparo en el pecho”, yo pensé que había sido un francotirador a través de la ventana. Los vecinos me dijeron: “Subió alguien”.

Alto grado de planificación

El fiscal adjunto de Costa Rica, Mauricio Boraschi, en una entrevista que concedió a LA PRENSA, señaló que había un grado alto de planificación, ¿usted también creería eso?

Por supuesto. Roberto siempre se estaba cuidando porque sabía que corría riesgos, porque su denuncia y su voz eran muy firmes. Roberto siempre estaba denunciando temas que estaban vinculados con la participación del Ejército en las protestas. Acá estaba denunciando la presencia de células (de la dictadura en Costa Rica); hacía escritos y ensayos. El último que estaba haciendo era un ensayo de tres partes sobre cómo operaba la inteligencia. Por supuesto que estaba en riesgo. Y siempre andaban estas campañas.

¿Qué tipo de campañas?

Vos sabés que salen en estas campañas, salían (contra) periodistas, salen contra algunas personas, salían contra Roberto. Y también había campañas contra personas de Carazo. Habían campañas que decían: “Los estamos buscando”. Y eso estaba desde 2018. Así que Roberto se cuidaba muchísimo, salía muy poco, no establecía rutina.

Incluso me acuerdo de que una vez hubo un indigente como mes y medio en la esquina de la casa y Roberto me decía: “Me parece sospechoso este indigente”. Y sí, creo que este asesinato de Roberto involucró inteligencia, seguimiento, planificación, estrategia y recursos, muchos recursos. Porque pagarle a alguien para que te vigile durante meses requiere de muchos recursos. Y son varias personas las que ponen a vigilar. No siempre es la misma.

¿Eso del indigente fue muy próximo al 19 de junio?

No, él estuvo como seis meses atrás, hasta que la familia de los dueños de la casa pidieron que se cerrara el predio de una casa abandonada donde estaba ese indigente y entonces, como cerraron el lugar, él se tuvo que ir.

PuroPeriodismo/La Prensa, Managua

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