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Después de las masivas protestas de 2018 contra el gobierno de Nicaragua, en las que murieron más de 300 manifestantes según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el opositor Joao Maldonado se fue exiliado a Costa Rica.
Como refugiado en el país vecino, el ingeniero en Computación de 37 años fue uno de los fundadores de la Unidad de Exiliados Nicaragüenses (U.E.N.) y participó regularmente en las actividades organizadas en Costa Rica contra el gobierno del presidente Daniel Ortega y la copresidenta Rosario Murillo.
Hijo de Tomás Maldonado, un mayor retirado del Ejército Popular Sandinista que fue encarcelado por el gobierno, Joao estuvo a punto de morir tras recibir 13 impactos de bala en dos atentados en San José, la capital de Costa Rica, en septiembre de 2021 y en enero de 2024.
En el primer ataque, Maldonado iba a dejar una mercadería a una iglesia cuando a eso de las 4:30 de la tarde se detuvo en un semáforo, le cuenta a BBC Mundo a través de una videollamada desde una ubicación que no desea revelar.
Tras el segundo atentado en su contra, Maldonado dejó Costa Rica supuestamente bajo protección hacia EE.UU.
Samcam no se salvó
Otros exiliados nicaragüenses no lograron vivir para contarlo. El 19 de junio fue asesinado a tiros a la salida de su casa el mayor en retiro del Ejército Roberto Samcam, opositor nicaragüense nacionalizado español que también vivía como refugiado en Costa Rica.
Samcam formó parte del Ejército Popular Sandinista hasta que en 1991 se reintegró a la vida civil. Por esos años, era un defensor de ideas de izquierda que proclamaba el sandinismo, pero con el paso del tiempo, se transformó en un férreo adversario.
Cuando Ortega volvió a la presidencia en 2007, Samcam inició una cruzada abiertamente crítica contra el gobierno y se convirtió en una figura prominente de la oposición.
El exiliado argumentaba que el gobierno había utilizado a las Fuerzas Armadas al servicio de sus intereses políticos. Años después, desde Costa Rica, Samcam acusó sistemáticamente al gobierno de violaciones a los derechos humanos hasta el día en que murió acribillado.
Los atentados a Maldonado y el asesinato de Samcam ilustran la situación de muchos disidentes nicaragüenses amenazados en Costa Rica, país al que se le exige que investigue quién está detrás de los crímenes.
Crímenes de lesa humanidad
Un informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua de Naciones Unidas estableció que el Estado ha cometido crímenes de lesa humanidad y que las violaciones a los derechos humanos van más allá de su territorio.
“Las acciones represivas del gobierno trascienden las fronteras del país y afectan a personas opositoras o percibidas como tales en el exterior”, señala el documento publicado en febrero de este año.
Tras la publicación del informe, el gobierno nicaragüense se retiró del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, y la copresidenta Murillo calificó las denuncias como calumnias.
“Repudiamos todos los insultos, todas las ofensas, todas las falsificaciones, todas las agresiones, todo lo que constituye la política colonialista que rige acciones de organismos que debían servir al bien de todos”, apuntó.
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