Abrupta destitución de la junta directiva CCSS fue el aguijón de la candidatura presidencial de Álvaro Ramos

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Edgar Fonseca, editor/Imagen You Tube PuroPeriodismo

El punto de inflexión no fue su brusca salida de la presidencia ejecutiva de la CCSS la noche del 17 de setiembre del 2022.

Aquella decisión del presidente Rodrigo Chaves, comunicada por Casa Presidencial, lo marcó y le dolió porque lo dejaba por fuera de una institución clave del sector salud en la que siempre aspiró laborar.

Pero fue una segunda medida, que califica de “ilegal”, tomada por el gobierno en contra de toda la junta directiva, el 7 de diciembre de ese mismo año, la que lo aguijoneó a emprender una cruzada pública en defensa de la entidad y, a la postre, culminó con su valoración y decisión de ir por una candidatura presidencial.

El Dr. Álvaro Ramos Chaves, candidato presidencial PLN, lo aclaró con vehemencia durante una entrevista que concedió a este editor el pasado miércoles 30 de julio, a escasos seis meses de los comicios nacionales del 1 de febrero 2026 en donde pretende alcanzar un mandato que le ha sido esquivo a dicho partido en las últimas tres contiendas.

-¿Este hecho de la destitución por parte del Consejo de Gobierno, anunciado por Casa Presidencial la noche del 17 de setiembre 2022, podría considerarse un punto de inflexión del lanzamiento de su candidatura presidencial?

-No fue ese el punto de inflexión. Ese fue simplemente un momento en que yo puse la cabeza en la guillotina a cambio de no ceder en mis principios, pero yo me pude haber ido al sector privado sin el más mí­nimo problema y, de hecho, me tomé tres meses de descanso y el verdadero punto inflexión en el sentido de volver a entrar a una vida pública que no pensaba tener nada, fue el 7 de diciembre del 2022, el dí­a después de mi cumpleaños y nunca se me va a olvidar el 6 de diciembre el 2022. Básicamente yo le dije a mi familia, miren okay, ya me tomé los tres meses que me querí­a tomar de este bulto, de este mal trago, voy a empezar a buscar en el sector privado. Me desentiendo de todo. Me voy tranquilo a cualquier empresa que me acepte, o vuelvo a la academia. No sé, voy a empezar a buscar trabajo en el 2023. Me acuerdo haber dicho eso en mi cumpleaños, y ahí­ está la foto y todo ese cumpleaños. Al dí­a siguiente en la conferencia del miércoles, el Presidente de la República anuncia que ha suspendido a toda la junta directiva de la Caja y eso para mí­ sí­ fue el parteaguas porque una cosa era destituir al presidente ejecutivo de la Caja, que es una potestad que sí­ tiene el Consejo de Gobierno, y otra muy distinta era que como el resto de la junta directiva por más que les cambiaron el presidente ejecutivo de este caso a una presidenta ejecutiva, doña Marta Esquivel, por más que habí­an hecho ese cambio, el resto de la junta directiva, por supuesto, seguí­a con un comportamiento muy parecido al que habí­a tenido durante mi gestión. Entonces en su desesperación el Presidente de la República hace un rompimiento de la institucionalidad y suspende toda la junta directiva. Y a partir de ahí­ pone una junta directiva espuria que meses después la Sala Constitucional le enmendó la plana y le dijo usted nunca pudo haber hecho eso, no lo debió haber hecho porque era una destitución de facto, sin el sustento legal necesario y esa junta directiva comete múltiples irregularidades graves que algunas de ellas podrí­an configurar un delito. Primero, altera los documentos actuariales de la Caja. Eso es muy grave, para poder justificar el discurso de que la Caja estaba quebrada y no lo estaba. Y a partir de esos documentos actuariales alterados toman la decisión de suspender o cancelar el programa de inversiones de la Caja, que era un programa de inversiones por más de un millón de millones de colones que implicaba cientos de Ebais, treinta clí­nicas, nueve edificios hospitalarios nuevos a lo largo de los próximos ocho a diez años y lo suspendieron todo, con base en un documento falseado que argumentaba que la Caja estaba quebrada para poder suspenderlo todo y, por supuesto, entre ellos el hospital de Cartago, el hospital de Limón y cualquier cantidad de clí­nicas. Cuando usted ve para qué sustituyeron la junta directiva, yo entré y, lo confieso, en una especie de modo cruzada porque mi gran anhelo profesional en la vida habí­a sido trabajar en la Caja. Ese era mi gran anhelo como muy pocos anhelos tengo digamos el tipo de persona que feliz leyendo un libro en una silla en cualquier lado. Pero sí­ tení­a ese anhelo. Siempre lo tuve. Desde bastante jovencito querí­a estar en la Caja. Y lo dejé ir. Vieras lo que me dolió dejarlo ir pero lo dejé ir porque no iba a romper mis compromisos morales, éticos, no, ni siquiera por el puesto que más anhelaba, lo dejé ir, pero ya donde veo lo que le querí­an hacer a la Caja dije no, esto no va a pasar, y ahí­ sí­ me le fui al cuerpo, al gobierno y al presidente, y entonces ahí­ fue donde fui a múltiples sesiones del Congreso explicando lo que estaba pasando. Fui a la Contralorí­a. Fui a todos lados a explicar por qué el documento actuarial era falso. ¿Por qué no se debí­an suspender las inversiones de la Caja? Empecé esa cruzada. Y sí­, lo acepto, eso dio una visibilidad polí­tica que en verdad yo no querí­a. Yo querí­a irme al sector privado y seguir o a la academia y seguir tranquilo. Pero era demasiado importante defender la Caja. Y ya después se va suscitando una serie de reuniones donde sí me empiezan a decir, ¿por qué no considera una candidatura presidencial? Y ya me plantaron la semilla. Entonces usted pregunta por un punto de inflexión, más que mi destitución, el verdadero punto de inflexión fue la suspensión ilegal del resto de la junta directiva en la Caja cuando yo ya llevaba tres meses de haberme ido.

Especial You Tube PuroPeriodismo


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