Edgar Fonseca, editor/Foto Basílica de Los Ángeles Oficial
Millares de romeros llegados de todo el país culminaban entre este viernes y mañana sábado la tradicional romería anual hacia la basílica de Nuestra de Señora de Los Ángeles, Cartago, bajo un clima benigno soleado, nuboso y oscuro pero sin lluvia.
- Un espectacular ambiente nocturno, una fachada con luminosidad multicolor y un santuario a reventar de gentes de todas las edades y procedencias engalanaban una de las mayores peregrinaciones marianas hemisféricas.
A las 8:30 p.m. los sectores de La Galera, Curridabat, Tres Ríos y la entrada a Cartago lucían repletos de peregrinos a paso fluido.
Se estimaba que unos dos millones de romeros se movilizarían hasta el santuario desde los días previos pero particularmente este fin de semana.
Unos 600 cruzrojistas y 100 unidades formaban parte del apoyo de cuerpos de emergencia a lo largo del recorrido.
Hasta esta noche se informaba de 745 pacientes atendidos por distintas necesidades de salud.
Tradición de siglos
La tradición se origina en el hallazgo de la imagen en 1635. El Patronato Oficial de la Virgen de Los Ángeles data de 1824. La coronación oficial de 1926 y su reaparición de 1950.
La afluencia de peregrinos creció por la tarde y noche bajo un clima que invitaba a hacer el recorrido.
Desde San Vito de Coto Brus, Pérez Zeledón, Limón o Tilarán, zona Norte o Pacífica, grupos de peregrinos realizaron el tramo final sin reportarse ningún incidente mayor a lo largo de las rutas, aún en riesgosas condiciones como en el Cerro de la Muerte, dijeron testigos.
“La romería no debe convertirse en una mera rutina. Es algo más profundo. No voy a pedir. Voy a agradecer”, dijo el peregrino Raúl Fallas quien completó el trayecto desde el Valle La Estrella, Limón, hasta Cartago.
Vestido con sello limonense
La tradicional vestición de la imagen de La Negrita, en la víspera de la magna celebración del 2 de agosto, estuvo este año a cargo de representantes de la diócesis de Limón al cumplirse 30 años de la erección, como tal, de dicha jurisdicción.
El cambio de vestido de la imagen de La Negrita, fue presidida por el obispo de Limón, Monseñor Javier Román, y concelebrada por el obispo de Cartago, Monseñor Mario Quirós, quien tuvo a cargo la homilía, informa el sitio Eco Católico.
Monseñor Quirós agradeció a la Diócesis de Limón a cargo la confección del nuevo vestido para la Sagrada Imagen.
En su homilía, alusiva al milagro de las Bodas de Caná, exaltó el valor de María como ejemplo de espera confiada en la voluntad de Dios en su vida.
“Sigamos construyendo una nación fortalecida en la esperanza. Invoquémosla a ella como imagen y madre de la Iglesia”, urgió.
“La Iglesia como María es portadora y servidora de los misterios que el Señor le ha encomendado. Respondamos, asumamos esa respuesta consciente de ser Iglesia como lo hizo María”, añadió.
Vestición e imagen
El signo de la Vestición de la Sagrada Imagen, debe animar a seguir colocando en Ella nuestra mirada contemplativa, pidió el obispo cartaginés.
“Mirar como ella nos lo enseña a su hijo Jesús, fuente de amor, fuente de esperanza, que no deja de consolar a su pueblo con palabras de bien y salvación para todos. No dudemos en revestirnos de los sentimientos del Hijo de María. Su gracia, hermanos, nos precede siempre, nos acompaña y nos fortalece”, remarcó.
“Haced lo que él os diga. Este es el mensaje central de María, según hemos escuchado en el Evangelio de Juan. María, como madre de la Iglesia, nos enseña que es Él, con poder y autoridad, quien transforma el agua en vino”, destacó.
“Como madre de la Iglesia y aquella que permanece siempre fiel a su hijo, nos dice en esta oportunidad: Hagamos lo que él nos pide. Así como una madre da consejos a su familia, María también, hermanos, nos dice: Hagamos sin duda alguna lo que Jesús nos pide”, concluyó.
Testimonio de fe desde el Valle de la Estrella
Raúl Fallas no camina a Cartago por costumbre. Lo hace por fe, por gratitud y con el corazón en cada paso. Desde hace 25 años, este vecino del Valle de la Estrella emprende la romería hacia la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles como un acto de devoción profunda, no como una rutina religiosa, reseña Eco Católico.
“Hace mucho tiempo había ido algunas veces esporádicamente, pero ahora sí, desde hace alrededor de veinticinco años, ya voy todos los años. No por tradición, porque la romería no debe convertirse en una mera rutina. Es algo más profundo. No voy a pedir, voy a agradecer”, expresa con convicción.
A sus 59 años, Raúl asegura que su fuerza no viene solo del cuerpo, sino de su espíritu fortalecido por la Virgen María. Cada paso lo da pensando en su familia, en su parroquia, en los amigos y personas que le piden oraciones, y en quienes encuentra en el camino: “Ahí se encuentra uno con ángeles que Dios pone, personas que te tienden la mano, que te dan agua, comida, alojamiento. También hay quien grita cosas feas desde los carros, pero eso, como dice uno, es basura que no recogemos.”
Fuente: Eco Católico