PuroPeriodismo/La Prensa Gráfica, San Salvador, La Prensa, Ciudad Panamá
El influyente y reconocido empresario salvadoreño, Ricardo Poma Delgado, de 78 años, presidente del Grupo Poma, conglomerado que abarca inversiones inmobiliarias, hoteleras, industriales y automotrices, con presencia en Costa Rica, entre 10 países, falleció ayer domingo, confirmó su familia.
Mantuvo un liderazgo activo durante más de cincuenta años en Grupo Poma, y, desde la década de los ochenta, fungió como Presidente y CEO del conglomerado familiar, al que con visión y esfuerzo convirtió en una de las multilatinas más sobresalientes y admiradas, según un perfil de su trayectoria difundido por la firma regional.
Por más de cuatro décadas, dirigió la estrategia de las cinco empresas que conforman Grupo Poma: Excel, Solaire, Grupo Roble, Real Hotels and Resorts y Autofácil. Impulsó con éxito su internacionalización a nueve países de Latinoamérica y Estados Unidos, amplía dicho perfil.
Grupo Poma está presente en 10 países donde opera 25 hoteles y pronto tendrá uno nuevo. Cuenta con 20 centros comerciales, 6 complejos educativos, son concesionarios de 15 marcas de automóviles, además han comercializado más de 60.000 viviendas, cita el sitio El Economista.
Aquí transformó Escazú
Poma desarrolló una mirada de futuro, habilidad que le permitió identificar oportunidades que hoy son proyectos emblemáticos en El Salvador y la región. La ciudad de Escazú, en Costa Rica, se transformó a mediados de los noventa en un nuevo polo de desarrollo, después de que Grupo Roble incursionara con Multiplaza. Ese innovador modelo de arquitectura comercial a gran escala modernizó el paisaje urbano y proyectó al distrito a nivel local e internacional. El concepto ingresó con éxito en Honduras (1996), El Salvador (2004), Panamá (2004) y Colombia (2017), cita el perfil de su trayectoria.
Todo empezó en un taller automotriz
José Ricardo Poma Delgado nació en 1946 en San Salvador, dentro de una familia con una gran visión empresarial. Su abuelo, Bartolomé Poma, inició un taller automotriz en 1919 y desde ahí, la empresa creció con su mano hasta conformar al día de hoy al Grupo, reseña el sitio La Prensa Gráfica de San Salvador.
De joven, estudió ingeniería industrial en la Universidad de Princeton en 1967 y posteriormente cursó una maestría en la Harvard Business School.
En una entrevista contó que él y su hermano, Roberto Poma, nunca pensaron en trabajar en otro lugar que no fuera El Salvador. Al terminar la maestría, regresaron al país para tomar las riendas de la empresa e incursionar en nuevos negocios.
Su hermano fue secuestrado y asesinado en 1977, ese suceso lo marcó e impulsó a que la familia se uniera graníticamente para continuar con el legado.
Bajo su liderazgo, en la década de los 70, Grupo Roble comenzó a invertir en la construcción de viviendas y más adelante, en centros comerciales y hoteles.
Grupo Poma es hoy una empresa con presencia en 10 países del continente, con inversiones en cinco divisiones: hotelería, inmobiliario, automotriz, financiero e industrial, que abarca Grupo Roble, Real Hotels & Resorts, Excel Automotriz, Autofácil y Solaire.
Estas divisiones están a cargo de sus tres hijos Fernando, Alberto, Andrés y su sobrino Alejandro Poma.
¿Cómo mantener una empresa exitosa por más de 100 años?
Para Ricardo Poma, presidente de Grupo Poma uno de los grupos empresariales de mayor peso en Centroamérica, la respuesta está en la “permanencia de los valores”, según una entrevista que concedió al sitio El Economista.
La empresa fundada hace 105 años, es hoy un grupo diverso con presencia en 10 países del continente y con inversiones en cinco divisiones empresariales como: hotelería, inmobiliario, automotriz, financiero e industrial; presidido por el nieto del fundador y cada una de sus ramas dirigidas por sus bisnietos, la cuarta generación Poma.
“Al reflexionar sobre nuestra trayectoria de más de cien años y el impacto que hemos logrado a lo largo de cuatro generaciones concluyo que la permanencia de nuestros valores ha sido la base fundamental, así como nuestra convicción de que la gente es lo más importante”, dice el presidente del Grupo.
“Principios como la integridad, la excelencia, el amor al trabajo y el respeto, entre otros, forman parte del ADN de nuestra familia y cada generación ha trabajado para que permeen en nuestra operación empresarial, así como en nuestra relación con la sociedad. Esa brújula de valores es una guía para liderar y asegurar una sólida continuidad en los países donde operamos”, asegura.
“Como CEO y presidente he dedicado mucho tiempo al tema del relevo generacional, que en nuestro caso ha ocurrido de manera gradual y fluida”, explica.
“Actualmente, los miembros de la cuarta generación, conformada por mis hijos y sobrinos, ocupan importantes posiciones en las diferentes divisiones. Cada uno ha mostrado interés por rubros diferentes y mantienen un compromiso firme por continuar con nuestro legado y la visión compartida de seguir impulsando el desarrollo económico y social de la región”, agrega.
Fuente: El Economista