Edgar Fonseca, editor
El presidente del Congreso Rodrigo Arias aplicó este lunes disposiciones de la Constitución Política y un voto de la Sala IV para que la Asamblea votara y aprobara, con el respaldo de 45 legisladores, la renuncia del primer vicepresidente Stephan Brunner.
No faltó polémica entre los diputados por la decisión de Arias de someter a votación la dimisión de Brunner cuando algunos esperaban que solo se tomara nota de su decisión.
El jerarca legislativo, en abierto choque con el Poder Ejecutivo, hizo prevalecer la votación.
Se fundamentó en el inciso 8 del artículo 121 de la Constitución Política, que determina que la función legislativa en estos casos no se limita a tomar nota”.
“Esta disposición no puede, ni lógica ni semánticamente, interpretarse como limitada al examen de la capacidad y validez del consentimiento del renunciante”, sostuvo Arias.
“Mucho menos, que la competencia de la Asamblea en esta materia se circunscriba a ‘tomar conocimiento’ o a un simple ‘tomar nota’ de la renuncia”, remarcó.
También justificó su decisión en un voto de la Sala IV de 1992 que consigna: “(…) que la renuncia que de su cargo presente un miembro de los supremos poderes -excepción hecha de los Ministros debe ser conocida y votada por la Asamblea de acuerdo con lo dispuesto en el inciso B) del artículo 121 y en el 124, constitucionales, (…).”.
La jefa de fracción oficialista, Pilar Cisneros, apeló la resolución legislativa pero su gestión fue rechazada.
La renuncia de Brunner fue comunicada por el presidente Rodrigo Chaves el miércoles el 30 de julio y se estima que formaría parte de las postulantes en las papeletas legislativas gobiernistas para las elecciones nacionales del domingo 1.º de febrero 2026. También dimitieron otros seis jerarcas, entre ellos el titular de Hacienda, Nogui Acosta.