Edgar Fonseca, editor
El Dr. Mauricio Hoyos, biólogo marino mexicano que sobrevivió, de milagro, a un ataque de tiburón en Isla del Coco el sábado 27 de setiembre, retornará en las próximas horas a a México a continuar su recuperación médica.
Hoyos permanecía internado desde el lunes 29 en la clínica Bíblica, tras ser traído de emergencia desde la isla en un recorrido de 36 horas en lancha hasta Puntarenas.
En un video difundido a los medios este lunes Hoyos dijo: “Hoy quiero dar gracias a la vida, a Costa Rica y a todas las manos solidarias que hicieron posible que yo esté aquí, recuperándome y con la esperanza intacta. Pronto regresaré a México para reunirme con mi familia y continuar con mi proceso de recuperación, antes de volver a mis labores científicas con la Coalición One Ocean Worldwide”.
El ataque lo enfrentó mientras marcaba tiburones a 40 metros de profundidad con el fin de recoger evidencia de una posible corredor biológico entre Isla del Coco e Isla del Caño, Golfo Dulce.
Al marcar un tiburón hembra galápagos reaccionó y lo mordió en su rostro y cuero cabelludo. Además le despedazó las mangueras de su equipo de buceo.
Hoyos con su máscara llena de sangre y agua logrò salir a la superficie donde fue auxiliado.
En diciembre 2017, una turista estadounidense murió tras ser atacada por un tiburón mientras buceaba en las aguas circundantes de la isla. La guía de expedición sufrió graves heridas.
Reacción de defensa
Según Hoyos, el tiburón que le atacó lo hizo en su defensa al ser marcado con dispositivo lanzado desde una arbaleta.
“Ella se sintió lastimada, se sintió vulnerable”, contó.
“Vio un animal cerca de ella que le había propinado este pues esta este que la que la lastimó. Y lo que hizo simplemente fue de defenderse”, ratificó.
Según dicho científico, las mordidas que sufrió es como la de un perro.
Fue dijo “mordida de defensa”.
“Simplemente fue una mordida como como cualquier perro cuando tú la agarras en la calle y te muerde como que no sé quién eres, pero si me quieres lastimar estoy dispuesto a defenderme”, añadió.
“El problema fue que la mordida me agarró en la cara”, relató.
“Me quitó un poco el visor. No no pude ver bien porque tuve la boca aquí muy cerca y con la mandíbula superior ella cerró las mangueras del suministro de aire”, detalló del momento de la emergencia.
“Nunca me sentí fuera de mi país”
Hoyos agradeció la atención inmediata que recibió de personal de Bomberos y de Parques Nacionales.
“Nunca me sentí fuera de mi país”, destacó.
“Nunca me sentí como un extranjero”, remarcó.
Tras llegar a Puntarenas recibió atención médica inmediata.
“Se me hizo un lavado quirúrgico, precisamente porque de los problemas más graves en una mordida de algún animal, pues es precisamente la presencia de bacterias”, contó.
“Eso era lo principal, controlar que no hubiera una infección eso fue el lunes. El miércoles se me hizo la cirugía reconstructiva para unir toda esta parte. También la oreja la tenía despegada y ha evolucionado bastante bien”, dijo.