Candidatura a la ONU: genuina o mera carta electoral…

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Edgar Fonseca, editor

Sorprende la candidatura de la exvicepresidenta Rebeca Grynspan a la Secretaría General de las Naciones Unidas, anunciada por el gobierno con bombos y platillos.

Sorprende, no por sus atestados ni por su brillante trayectoria en organismos internacionales hasta alcanzar la Secretaría General de la UNCTAD, ONU, que la hacen más que merecida, sino porque la propone una administración que en los casi cuatro años, ya por acabar, anda empeñada y jura desmontar el aparato institucional de una de las democracias más longevas.

La aspirante, es de suponer, no es ajena a todo lo que ha pasado y acontece hoy en el país.

Su candidatura es propuesta por una administración, cuya cabeza, reniega a diario de las instituciones.

Reniega y se burla del Poder Legislativo.

Reniega y se burla del Poder Judicial.

Reniega, se burla y esquiva a la Fiscalía.

Reniega y se burla de la Contraloría General de la República.

Ha convertido a todos sus jerarcas en blanco de una soez campaña de ataques.

Y tiene en la mira al Tribunal Supremo de Elecciones, como allanando el camino, por cualquier desenlace en febrero.

Un presidente atrincherado en una batalla campal contra la libertad de expresión, contra medios y periodistas independientes, hasta hacer descender vertiginosamente, aquella otrora relumbrante imagen internacional del país como faro de libertades y derechos humanos, según lo testimonian renombrados organismos.

Que tiene como espejo la deriva populista, autoritaria de regímenes en la región, tan alejada de los nobles principios de Naciones Unidas.

Y que menospreció, con su ausencia, por cuarto año consecutivo, la relevante presencia país en la Asamblea General ONU.

No deja de sorprender, por ello, la súbita postulación de una figura de cuna PLN, de destacado paso en los gobiernos de Arias y Figueres, sentenciados como enemigos públicos por esta administración.

¿Será genuina la merecida postulación o será una carta más de coyuntura, de mero efecto electoral?

No vaya a ser que, de la nada, surja el fantasma que torpedeó la pretensión de la expresidenta Laura Chinchilla a la Secretaría General BID en 2022.

P.D.-Por si no está al tanto la postulada, el país enfrenta la más brutal espiral de violencia de su historia, con un responsable mayor, este gobierno, que se hace el desentendido y le echa la culpa a otros. La degradación externa no se ha hecho esperar. ¿Le explicaron esto los alegres promotores de su candidatura?

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