País se juega en elecciones: permanencia, estabilidad y funcionalidad de democracia, advierte periodista Eduardo Ulibarri/Corren riesgo libertades individuales, cívicas, económicas, sociales y culturales

141

Edgar Fonseca, editor/Foto Zoom PuroPeriodismo

“Si hubiera un triunfo de la candidata oficialista y ella decidiera, junto con quienes la rodean, continuar por la ruta de confrontación, de erosión, de cooptación y de presiones sobre las instituciones, y, no solo sobre las instituciones, sino sobre sectores no oficiales, como puede ser el empresariado costarricense, en primer lugar, que, creo, ha sido el más permeable a las presiones, pues, podrí­a haber ahí­ un deterioro muy, muy severo de nuestra democracia”, advirtió el periodista y diplomático, Eduardo Ulibarri, con miras a las elecciones del 1.º de febrero 2026.

Incluso podrí­a ponerse en riesgo el uso, el disfrute de libertades individuales, cí­vicas, económicas, sociales y culturales que han caracterizado al paí­s, alertó.

El país quedaría al borde de un estilo de política centroamericanizado donde los caudillos deciden, las instituciones pasan a segundo plano, el clientelismo se empodera de muchas decisiones y se ven afectados los poderes alternativos, regulatorios.

Está en juego la estabilidad, la permanencia, la funcionalidad de nuestra democracia“, ratificó Ulibarri, cuya familia se refugió en el país en 1966, tras huir de la dictadura de Fidel Castro en Cuba. De 1982 a 2003 dirigió La Nación. Fue embajador ante Naciones Unidas (2010-2014). También fue catedrático de la Universidad de Costa Rica.

Hizo tales manifestaciones durante un conversatorio compartido con Francisco Chacón, abogado, exdiputado, exministro, administración Chinchilla Miranda (2010-2014) y el economista José Luis Arce, Director de Análisis y Estrategia de la firma financiera FCS Capital. 

El intercambio –vía Zoom– fue moderado por este editor desde PuroPeriodismo ayer miércoles 10 de diciembre.

Ulibarri ve profundo el daño que el presidente Chaves y su gobierno han ocasionado a la cohesión social, a lo público y a la civilidad en la discusión pública en el país. Quien sea quien triunfe en lo comicios deberá abocarse a reparar esos daños.

Las elecciones más importantes

“Son las elecciones más importantes de la historia reciente de Costa Rica”, resaltó, por su parte, el exministro y exdiputado Chacón, experto en negociaciones de comercio exterior.

Reconoció graves errores tácticos en la campaña del candidato PLN, Álvaro Ramos, que lo pueden desbancar de la segunda ronda y la eventualidad que lo supere la aspirante PAC, Claudia Dobles.

El voto del segmento de electores indecisos, 45%, según recientes encuestas, será clave para definir los comicios, coincidieron los analistas.

“Estamos a las puertas del proceso electoral probablemente más importante de los últimos cincuenta, quizás, más años. Porque aquí­ nos estamos jugando en alguna medida el enfrentar ese peligro autoritario“, destacó el economista Arce.

¿Qué está en juego en las urnas en Costa Rica el próximo domingo primero de febrero?

Eduardo Ulibarri-Yo creo que hay en juego muchas cosas. Si uno se pone tal vez en un extremo de visión pesimista, pero fundada, creo que está en juego la estabilidad, la permanencia, la funcionalidad de nuestra democracia, en el sentido de que si hubiera un triunfo de la candidata oficialista y ella decidiera, junto con quienes la rodean, continuar por la ruta de confrontación, de erosión, de cooptación y de presiones sobre las instituciones y no solo sobre las instituciones sino sobre sectores no oficiales, como puede ser el empresariado costarricense, en primer lugar, que creo ha sido el más permeable a las presiones pues, podrí­a haber ahí­ un deterioro muy, muy severo de nuestra democracia, de su funcionalidad, de su capacidad, de la capacidad, en este caso del gobierno, para atender aspiraciones fundamentales de la población e incluso que podrí­a ponerse en riesgo el uso, el disfrute de libertades individuales, de las libertades cí­vicas, de libertades económicas, sociales y culturales que han caracterizado a nuestro paí­s y se podrí­a consolidar, también, un estilo de polí­tica centroamericanizado en el sentido de que los caudillos son los que deciden, las instituciones pasan a un segundo plano, el clientelismo se empodera de muchas decisiones, los poderes alternativos o los poderes más bien regulatorios, como puede ser, en primer lugar, el Poder Judicial, pero también en Costa Rica la Contraloría General de la República, la Procuraduría General de la República, las Superintendencias que velan por la estabilidad del sistema financiero, entre otras, también eso podrí­a verse muy, muy afectado. Creo que en gran medida eso se juega. ¿En qué grado? Creo que dependerá mucho, primero, bueno, en primer lugar si triunfa la candidata oficialista, en segundo lugar de qué apoyo legislativo llegue a tener y qué capacidad de forjar alianzas en el congreso pueda tener para establecer ya cambios fundamentales no solo de legislación sino eventualmente cambios constitucionales, lo cual yo veo muy remoto pero es una posibilidad, y, también, dependerá obviamente del resto de la sociedad civil. Obviamente si no gana, pues creo que estarí­amos en otro escenario, pero es un escenario que tampoco es muy sencillo, porque creo que el daño que el presidente Chaves y su gobierno le han hecho al sentido de lo público, a la cohesión social, a la civilidad en la discusión pública, al asumir que quienes piensan distinto a nosotros o quienes propugnan por prioridades distintas a las nuestras no son unos enemigos sinvergüenzas sino que son simplemente adversarios, eso ya ha calado mucho y quien quiera que llegue al gobierno tendrá por un lado, incluso, Laura Fernández, si es que ganara, tendrá, por un lado, que ver como repara todos los daños que se han hecho en estos cuatro años que muchos de ellos no han pasado plenamente la factura. Es una factura que le va a tocar asumir plenamente al próximo gobierno y, en segundo lugar, cómo tratar de devolver al paí­s a una capacidad de interlocución entre sus principales actores no solo polí­tico sino también sociales, culturales, académicos, empresariales, comunitarios para poder abordar de una manera integral, de una manera coordinada y, por ende, eficaz, los grandes problemas del paí­s y, además, los grandes problemas que Costa Rica enfrenta porque nos vienen de fuera. Creo que todo eso es lo que se está jugando en este proceso electoral. 

¿No son unas elecciones más en la historia del paí­s? 

Francisco Chacón-No, para nada. Yo creo que son las elecciones más importantes de la historia reciente de Costa Rica y sí­ creo que el resultado va a determinar el rumbo que va a tener el paí­s en los próximos años. También coincido con Eduardo que está en juego nuestro sistema democrático. El daño que se ha hecho hasta ahora es grande pero podrí­a ser todaví­a peor si esto llega a consolidarse. El hecho que lleguen a tomarse el control que es lo que se pretende, porque abiertamente lo han dicho, de todas las instancias de poder en el paí­s es muy preocupante. El que un partido o un grupo controle el Poder Ejecutivo, controle la Asamblea Legislativa cuya pretensión es tener hasta cuarenta diputados, cosa que yo también veo muy difí­cil que se vaya a lograr pero esa es la pretensión, y pretender tener el control de la Asamblea Legislativa para por ese medio controlar también la elección de los jerarcas del Poder Judicial y controlar los jerarcas del Tribunal Supremo de Elecciones y tener control de la Contralorí­a General y de todas las instancias públicas, todo eso en manos de un grupo que ha demostrado tener poca deferencia por los valores democráticos y que, por el contrario, han estado dispuestos a utilizar el poder para abusar de él de una manera autoritaria y que provoca realmente temor de hacia donde nos quieren llevar, eso es lo que está en juego en las próximas elecciones. Creo que más allá de las preferencias que cada uno de nosotros podamos tener en cuanto a uno u otro candidato y en cuanto a las propuestas de esos candidatos, tenemos que tener conciencia de aquí­ básicamente estamos en una elección en donde lo que estamos decidiendo es volver a lo fundamental, volver a lo básico  y más allá de esas diferencias ideológicas o de preferencias partidarias, tener muy claro que lo que está en juego es nuestra convivencia democrática de una manera civilizada, en donde muchos pensamos diferente y pensar diferente no es malo. Que la toma de decisiones no puede ser de una manera vertical desde arriba sin discutir sin convencer sin tomar en cuenta la opinión de los que piensan diferente porque eso es la convivencia en última instancia democrática como resolvemos los problemas y las diferencias que tenemos en la sociedad de una manera civilizada a través de los acuerdos, a través de la toma decisiones, a través del convencimiento, a través de la concertación, del diálogo, de la negociación, de llegar a consensos en la medida de lo posible o si lo que vamos a querer es alguien que tome desde arriba una decisión vertical arrasando, de camino, todo lo que se le ponga por delante. Así­ que yo espero poder votar por un candidato que aunque no sea el cien por ciento de mi preferencia pueda compartir conmigo estos valores democráticos y puedan desechar de una vez por toda el peligro que tenemos para el futuro de la democracia costarricense. 

¿A las puertas de qué estamos en esta campaña que remata el domingo primero de febrero 2026? 

José Luis Arce-Creo que estamos a las puertas del proceso electoral probablemente más importante de los últimos cincuenta, quizás, más años. Porque aquí­ nos estamos jugando en alguna medida el enfrentar ese peligro autoritario, esa percepción errada, por demás, por ejemplo, que los problemas de nuestras democracias se resuelven con un verticalismo absoluto. Creo que eso nos lo estamos jugando. Siento que hemos sido quizás un poco ingenuos a lo largo de los últimos años y también dando, quizás, demasiado el beneficio de la duda en relación con si esto no es más que una pose o una o una posición escenográfica con objetivos polí­ticos pero creo que hay mucha evidencia en relación en que esto es algo orquestado, que es una forma de entender la forma de organizar nuestras sociedades y que eso es claramente en contra de los principios democráticos y sobre todo del bienestar. Los populismos autocráticos, las sociedades que que son dirigidas de esa manera, no progresan en el largo plazo y siguen siendo las democracias, las democracias vibrantes con procesos electorales en donde haya respeto y que, además, haya, sobre todo, pesos y contrapesos la clave para el crecimiento. Creo que estamos en esa discusión y, además, en medio de este esta gran discusión polí­tica que tenemos internamente y que tenemos que resolver, además, los problemas habituales y de siempre siguen estando ahí­ y aparecen nuevos. Tenemos problemas de equidad. Tenemos problemas de competitividad. Tenemos problemas de inclusión y más bien hemos estado retrocediendo en polí­ticas públicas que son clave, no solo para el crecimiento económico sino también para el bienestar de las personas y esa factura también nos va a llegar en algún momento. Lo más paradójico y triste es que justamente esas reformas que tenemos que hacer no requieren de alguien que dicte una orden desde lo alto hacia lo bajo de forma vertical, requieren, más bien, de discusión democrática, requieren de pesos y contrapesos y requieren, sobre todo, que entendamos una cosa que el momento democrático no es solo ir a votar y pensar que aniquilando al otro se obtiene el poder. El momento democrático es mucho más amplio y es, más bien, cuando nos sentamos entre todos, incluso los que hayan perdido, a encontrar acuerdos para impulsar cosas que solo no se pueden hacer a menos que caigamos en esa tentación y ese espejismo autoritario. Creo que eso es lo que nos estamos jugando y sé que esto es duro pero hay momentos que tenemos que decir las cosas directamente y entender en lo que estamos y este es uno de esos.

Especial YouTube PuroPeriodismo

Deja un comentario