Echan atrás alzas en buses en Brasil

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Marcha atrás. El alcalde de Río de Janerio, Eduardo Paes, por un lado; y el alcalde de São Paulo, Fernando Haddad y el gobernador del Estado de São Paulo, Geraldo Alckmin, por otro, anunciaron el martes la suspensión del aumento de 20 céntimos en las tarifas de transporte público previstas para el próximo 1 de julio. Con esa medida se unen a otros alcaldes brasileños que ya habían tirado la toalla de los aumentos ante el avance de las protestas que vienen convocándose desde hace 12 días.

“Vamos a tener que cortar inversiones, hacer ajustes y apretarnos el cinturón”, señaló Geraldo Alckmin, del centrista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). “Es un gesto de aproximación, de apertura”, añadió Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), sin aportar más detalles.

El anunció llega solo un día después de que la presidenta del Gobierno, Dilma Rousseff, admitiera en un discurso público que había escuchado el mensaje de la calle. Sin embargo, Rousseff se reunió el martes en São Paulo con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y con Fernando Haddad y el alcalde había insistido tras ese encuentro que el aumento se mantendría vigente.

La medida supone una victoria rotunda para el Movimiento por el Pase Libre, que convocó el 7 de junio la primera manifestación, a la que sólo acudieron unas 1.500 personas. El pasado lunes las protestas se habían extendido ya a las principales ciudades del país y lograron sacar a la calle unas 250.000 personas cifra que no se recordaba desde hacía al menos dos décadas.