Lo advierte el especialista estadounidense Jeff Jarvis, profesor de Periodismo de la Universidad de Nueva York, participante en la cumbre mundial Global Editors Network, en París,en una entrevista en Clarín de Buenos Aires. Dice Jarvis: “Yo creo que es posible, sí. Es una aptitud totalmente nueva. Pero mire Google , por ejemplo, se reinventaron totalmente. Empezaron como empresa de búsqueda, después fueron una empresa de publicidad y ahora es principalmente una compañía de móviles. Nosotros podemos aprender nuevas habilidades también y podemos usar herramientas existentes para hacerlo. Si tomamos la estrategia de la relación –que tampoco es una píldora mágica, sino sólo un elemento para pensar en nuevos modelos de negocios- podemos usar herramientas existentes como SalesWatch.com para empezar a armar perfiles de individuos y atenderlos mejor. Si sabemos que a una persona le importa realmente la política y ésta otra odia los deportes, ¿por qué no empezar, al menos, tratando de darles a cada uno de ellos la relevancia que desean? Y después se puede ir más lejos, por supuesto, pero hay que empezar con la disciplina de entender las relaciones”. Se le pregunta si ve riesgos a una reciente tendencia en las empresas periodísticas a integrar de pleno las salas de redacción y las áreas de negocio y Jarvis responde: “Hay sin duda un riesgo si perdemos nuestra ética y nuestro camino. Pero también pienso que si no hacemos nada corremos un riesgo mayor. Nosotros los periodistas nos manteníamos al margen de la dirección porque considerábamos que era malvado y corrupto y el resultado fue que nos convertimos en terribles administradores, protectores irresponsables del periodismo. Yo enseño periodismo empresarial en la Universidad de Nueva York y lo hago porque quiero que los periodistas aprendan el negocio del periodismo para que puedan tomar decisiones estratégicas responsables sobre el futuro y sobre sus carreras. Ser ignorantes respecto del negocio era inexcusable y lo hicimos durante décadas. Tenemos que conocer el negocio. Pero, no obstante, tenemos que saber dónde está nuestro verdadero valor. Y nuestro verdadero valor está en nuestra credibilidad.” Valiosa reflexión y desafiante propuesta de este especialista. ¿Usted qué opina?