En medio de un tenso ambiente para el clima empresarial, de inversión y de negocios en Nicaragua, el presidente Ortega ni siquiera se digna recibir al multimillonario empresario Carlos Pellas, estrecho amigo suyo en tiempos recientes, destaca un informe del sitio independiente Confidencial de Managua.
“El hecho que Ortega no reciba “a don Carlos [Pellas] y a don Ramiro [Ortiz]”, que también forman parte de AmCham, les afecta porque los hace sentirse relegados del lugar que se habían forjado en el seno de Ortega”, advierte el informe de Confidencial.
Según el informe del periodista Iván Olivares, la cúpula empresarial de Nicaragua solicitó hace cuatro semanas una reunión a Ortega para hablar de política: “les urgía conocer las razones del mandatario sobre sus últimas medidas que amenazan con entorpecer el clima de negocios del país, y exponerle la visión del sector privado”.
Les preocupa especialmente –añade Confidencial– la prohibición de la observación electoral y el cierre de la vía electoral a la oposición aglutinada alrededor del Partido Liberal Independiente (PLI), representado por Eduardo Montealegre, así como la expulsión de tres funcionarios estadounidenses y varios ciudadanos mexicanos.
Sin embargo, un mes después, los empresarios siguen esperando poder hacer uso del privilegio de dialogar con el poder, que solo goza el gran capital, nacional y extranjero, considerado por el gobierno como un ¨aliados, agrega dicho medio.
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