Edgar Fonseca, editor PuroPeriodismo.com
El expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, vivía hasta hace una semana en una mansión de tres plantas valorada en $.2 millones en el exclusivo Sunrise Terrace, Coral Gables, de Miami, denunció el diario La Prensa de Panamá.
Martinelli, requerido por diferentes delitos por ls justicia de Panamá, se encuentra ahora preso y aislado en una celda del Centro Federal de Detenciones detención de Miami.
Según el diario, la residencia pertenece a la compañía Watervista Properties Llc.
La venta de la propiedad la hizo un abogado identificado como Carlos Rodríguez.
El nombre del exgobernante aparece en la dirección 6919 Sunrise Terrace, Coral Hables, en los portales usplaces.com y whitepages.com, dice el diario.
La residencia se negoció mes y medio después que la Corte Suprema de Justicia elevó a la Cancillería la orden de extradición contra Martinelli. El expresidente dejó Panamá el 28 de enero de 2015, añade La Prensa.
Piden libertad
Según el diario El Nuevo Herald de Miami, los abogados de Martinelli pidieron su inmediata libertad.
Los abogados de Martinelli (2009-2014), quien está detenido desde el pasado 12 de junio en Miami, pidieron además al juez Edwin Torres “desestimar la queja” en contra del ex mandatario, según documentos judiciales, dijo el diario, según versión de la agencia Efe.
El martes pasado, Martinelli acudió a una primera audiencia ante el juez Torres, quien le negó la libertad bajo fianza y le informó del inicio de un juicio de extradición en su contra por los delitos de interceptación ilegal y enriquecimiento ilícito, añade el diario.
Sin embargo, según una moción presentada por los abogados John Richard Byrne y Marcos Daniel Jiménez, representantes del detenido, la captura de Martinelli es “inconstitucional”, dijo el Nuevo Herald.
La defensa precisó que el Gobierno de Panamá alude en la orden de arresto a la “rebeldía”, la cual “no hace parte de los trece delitos válidos” consignados en el tratado de extradición suscrito por EE.UU. y Panamá en 1904, citó el diario.
Panamá “simplemente ha ordenado su detención por motivos de desacato, por falta de comparecencia, algo que ni siquiera es delito en el Código Penal de Panamá”, señala el documento.