Nada que celebrar en Chilamate…

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Edgar Fonseca, editor PuroPeriodismo

El gobierno inauguró, con “bombos y platillos”, el corredor vial Chilamate-Vuelta Kopper, de 27 kilómetros, en la neurálgica zona norte del país… 43 años después de ser concebido.

En rezago en infraestructura pública, sin ningunas duda, nadie nos gana.

¡Somos campeones mundiales!

…No corten cintas.

No lleven cámaras.

Ni lleven niños, ni suspendan clases.

No arrimen gente a que les aplauda. A que les abrace. O a tomarse selfies.

No se inflamen los pulmones de discursos camuflados de proselitismo.

No.

Cuando un país tarda 43 años, ¡11 administraciones!, todo un récord Guinness, en hacer realidad una obra esencial para una región a un costo triplicado y con variaciones radicales de diseño, no hay que celebrar.

Como se está haciendo eterno el tramo Sifón-La Abundancia.

Como se bailaron los líderes comunales y politiquillos inescrupulosos a los vecinos de San Ramón, de Palmares y Naranjo y los dejaron, “viendo pa´l ciprés”, con la nueva pista Bernardo Soto, con el “cuento chino” de la soberanía, de la transparencia y de los peajes caros.

Como tardaremos en ver el nuevo aeropuerto internacional, previsto a iniciar operaciones en 15 años, después que el ser humano conquiste Marte…

Como, ¡increíble!, está en reparación mayor, sin un año de haber sido inaugurado, el paso a desnivel más atrasado y costoso del mundo, en Paso Ancho… y todos los responsables muy campantes.

Nada que celebrar en Chilamate.

En tiempos de “iliquidez”, como se asusta al país, y se le pone en ridículo en el exterior, reduzcan esas giras, esas comitivas, toda esa fanfarria oficialista.

Y, más bien, reflexionen, en silencio, sobre las causas y responsables de este muro que atasca el desarrollo nacional.

Punto final-El próximo gobierno, si desea pasar a la historia, debe multiplicar la apuesta en “estado de emergencia” en infraestructura. Debe replicar por todo el territorio el modelo de esos 50,5 kilómetros de carretera, con atisbos de primer mundo, que pulverizó, al cabo de un siglo de espera, la distancia entre Cañas y Liberia. Ese es el espejo a verse ya en obra pública, no dentro de 43 años…