Edgar Fonseca, editor
La imagen y la confianza en la gestión del presidente Rodrigo Chaves se acercan cada vez más a cifras rojas, interpretan expertos a la luz de los datos de la más reciente encuesta CIEP-UCR que evidenció una caída de 28% entre agosto 2022 y noviembre 2023 en el respaldo al mandatario.
Aunque conserva un apoyo del 51% de los encuestados, las cifras confirman un descenso continuo en los últimos 15 meses.
La aprobación descendió de 79% en agosto 2022, a 68% en noviembre, 63%, en abril, 57% en setiembre y alcanzó 51% este mes de noviembre, precisa el informe del Centro de Investigaciones y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica.
Junto a decrecer el respaldo hacia el gobernante, sube la desconfianza pública en cuanto a que la administración vaya a resolver el principal problema, como lo es la inseguridad.
Ronald Alfaro, Coordinador de de Estudios de Opinión CIEP-UCR y el economista José Luis Arce coincidieron que el presidente y el gobierno enfrentan un desgaste de confianza publica que amenaza con ser más pronunciado de no darse un vuelco de timón, un cambio de estrategia en la relación con grupos de interés y en la comunicación con la ciudadanía.
Así lo dejaron de manifiesto en un análisis de la encuesta CIEP-UCR que compartieron con este editor vía Zoom Facebook Live ayer miércoles 22 de noviembre.
Alfaro destacó que los estrategas de gobierno tienen en frente una tarea nada sencilla: detener la fuga de respaldo, el desangrado que viven hoy, y recuperar confianza.
“Es un juego a doble banda. No es sencillo”, insistió.
Puso de relieve que ante la inacción política del gobierno y fijación de agenda legislativa, la oposición en el Congreso ha aprovechado el vacío y ha volcado esfuerzos hacia el control político y las investigaciones de las comisiones de alegados casos de anomalías con recursos públicos como el financiamiento de campaña y la pauta estatal publicitaria.
Llamó la atención, además, que, a las puertas de eleciones municipales en febrero 2024, el partido de gobierno sufre una crisis de identidad que lo pone en riesgo de quedar fuera de dichos comicios.
Desperdició el periodo de luna de miel
El economista Arce lamentó que el presidente, con una actitud de rasgos autoritarios y prepotente, desperdició el periodo de “luna de miel” inicial, con alta popularidad y una conformación legislativa que permitía vislumbrar posibles respaldos opositores a proyectos comunes.
Censuró la estrategia de “dinamitar puentes” con diferentes sectores que impulsó el gobernante y ve difícil la eventual reconstrucción de esos lazos para posibles acuerdos nacionales que es lo que urge el país.
Cree que la gestión de la administración se ha visto afectada no solo por la conducta confrontativa del mandatario, sino por la toma de decisiones a la ligera, impensadas y con evidente desconocimiento del funcionamiento del sector público.
La capacidad de impulsar una agenda compartida se ha visto limitada, enfatizó, a la vez que resaltó la actitud presidencial de “victimizarse” y atribuir a los demás el entorpecimiento a su gestión.
Arce, quien cree que el Poder Ejecutivo está al borde de la irrelevancia, estima que el gobierno debería plantearse una estrategia de reconstrucción de los puentes dinamitados y, en un mea culpa, aceptar que la actitud de arrasar con la oposición no funciona en el país.
Necesitamos más acuerdos que polarización, remarcó.