Más de 2.500 personas asesinadas en tres años de este gobierno/Chaves pasó por alto el dato en su informe ante Asamblea y Rodrigo Arias se lo recordó

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  • Diputados boicotearon con fuertes carteles de protesta el discurso
  • Rala asistencia de seguidores gobiernistas en Plaza de la Democracia

Edgar Fonseca, editor/Foto Asamblea Legislativa

El presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias, acusó ayer que en lo que va de la presente administración han sido asesinadas más de 2.500 personas, en un fuerte ataque y repuesta al mensaje anual de labores del presidente Rodrigo Chaves ante el Congreso.

“Avisada quedó toda Costa Rica de que no cuenta con el presidente de la República Rodrigo Chaves, a pesar de que en esta administración se han asesinado a más de dos mil quinientas personas”, censuró Arias ante retiro del Poder Ejecutivo de una comisión interpoderes para enfrentar el embate de la inseguridad.

El último discurso del mandatario fue boicoteado sorpresivamente por decenas de legisladores que levantaron carteles con duros mensajes en contra de la gestión del mandatario.

Chaves: sabotaje institucional

Chaves reclamó contra un “sabotaje institucional” a su gestión.

“¡El enemigo no es invisible! ¡No señor! Tiene nombre. Tiene rostro. Tiene apellidos”, remarcó Chaves ante los legisladores.

“Se esconde en despachos judiciales, en algunas curules, en algunas oficinas donde se reparten privilegios mientras una parte del pueblo sufre”, afirmó.

Habló de un gobierno de “resultados asombrosos” pese a los obstáculos aunque esquivó temas críticos como inseguridad, educación y salud.

“Nunca entendieron que obstaculizando al gobierno no golpean a Rodrigo Chaves, no, sino a Costa Rica, y quien paga el precio de ese sabotaje institucional es únicamente el pueblo”, sostuvo.

El mensaje lo combinó con videos calificados por los diputados como “publireportajes”.

Una rala asistencia de seguidores gobiernistas se apostó en la Plaza de la Democracia y frustró, de nuevo, las expectativas oficialistas de una masiva manifestación en apoyo al gobernante cuya gestión entra en recta final el próximo jueves 8 de mayo.

Adjunto extractos del discurso de respuesta de Rodrigo Arias al mensaje final de labores del presidente Chaves.

Costa Rica vive una tragedia por el avance de la narcoactividad

“Señor presidente, la inseguridad ciudadana es el principal problema del país. Costa Rica vive una tragedia por el avance de la narcoactividad. Eso me motivó a propiciar la construcción de una política de Estado en la que concurrieran los tres Poderes de la República. Creamos una comisión tripartita altamente productiva en la que usted y su gobierno participaron al inicio.

Sin embargo, usted abandonó este foro de forma estridente, manifestando que no tenía ningún interés en continuar y dijo una frase que pasará a la historia por su inaceptable negligencia. Dijo usted: “Si saben contar, no cuenten conmigo”. Avisada quedó toda Costa Rica de que no cuenta con el presidente de la República Rodrigo Chaves, a pesar de que en esta administración se han asesinado a más de dos mil quinientas personas.

Renunció a su deber

Su decisión, no solo fue una retirada institucional: fue una renuncia al deber. Fue cerrar la puerta a una de las pocas mesas donde los costarricenses esperaban que los poderes del Estado se encontraran para construir soluciones.

Por si eso no fuera suficiente, se negó usted a girar los fondos que demandan las fuerzas de orden y seguridad, aprobadas por esta Asamblea, y que no entregó hasta el lamentable asesinato del sub director del OIJ en Guápiles. Pero usted dijo: “Si saben contar, no cuenten conmigo.”

Usted habrá desistido de su obligación con las y los costarricenses, pero nosotros no. Esta Asamblea ha aprobado casi 40 leyes en materia de seguridad en estos tres años. De ellas, apenas dos han sido propuestas de su Gobierno.

Tenemos menos seguridad, menos confianza, más problemas desatendidos, más desesperanza.

Presidente Chaves, a la tragedia de los hechos, usted ha sumado el desastre de las formas. Diálogo y colaboración, insignias de esta patria de maestros, no de sargentos, fueron sustituidos por confrontación y un irrespeto nunca imaginado.

Confieso que ni en mis momentos de mayor pesimismo llegué a vislumbrar que un solo mandatario fuese capaz de provocar el deprimente estado de la política que vivimos. Tenemos menos seguridad, menos confianza, más problemas desatendidos, más desesperanza.

Esta peligrosa realidad, sumada a la ambición desmedida por el poder -como lo acabamos de escuchar-, me obliga a dar una voz de alerta de que estamos transitando por una ruta hacia el populismo autoritario, es decir, la ruta hacia el sufrimiento.

El populismo sigue un libreto ya conocido, repetido a lo largo del tiempo y las geografías. Lo que inicia con el descrédito sistemático de las instituciones democráticas, la prensa y la intimidación de personas y empresas —adornado con promesas grandilocuentes y soluciones milagrosas— termina, inevitablemente, en la concentración absoluta del poder, el auge de la corrupción, la persecución de las voces disidentes y el despojo de la libertad.

La amenaza real de perder nuestra democracia nos obliga a despertar de esa modorra conformista en la que se había ido diluyendo nuestro sentido de urgencia. Los tiempos en que vivimos nos exigen unidad por encima de las legítimas divergencias político-partidistas. El deber que se nos presenta es claro: anteponer la defensa de la democracia como la causa común de todas y todos los costarricenses.

Podemos debatir el rumbo, pero nunca ceder ante quienes buscan destruir el camino que nos permite decidirlo en conjunto”.



Especial PuroPeriodismo