Edgar Fonseca, editor
El presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias, censuró este lunes la política de “baja inflación” que pregona el gobierno.
Acusó que las decisiones de la administración Chaves Robles afectan a los hogares más vulnerables.
Arias mantiene una fuerte fricción con el presidente Rodrigo Chaves quien advirtió que si el jerarca legislativo era reelecto al cargo el pasado 1.° de mayo, él no nombraría ministro de la Presidencia.
Arias fue elegido por cuarta ocasión para presidir el Congreso en un año en que podría ventilarse ante los diputados el levantamiento de inmunidad al mandatario por una causa de concusión que le sigue la Fiscalía en la investigación del uso de $405 mil de fondos del BCIE para una campaña de comunicación e imagen presidencial.
El caso lo tramita la Sala III de la Corte Suprema de Justicia ante gestión de la Fiscalía General.
Baja inflación, amarga ironía
“El gobierno hace alarde de una inflación baja, pero la realidad es otra”, criticó Arias en un post X a las 5:50 p.m. de este lunes 12 de mayo.
“Bajan autos y boletos de avión”, añadió.
“Suben comida, transporte, agua y medicamentos: lo que más pesa en los hogares vulnerables”, contrastó.
“Una promesa de alivio al costo de vida que hoy suena a amarga ironía”, destacó.
El 8 de mayo en su respuesta al mensaje anual de rendición de cuentas del gobernante, Arias denunció que la salud del país está en crisis con filas de espera pacientes de más de un año para recibir servicio de especialistas.
“Señor presidente la salud está en crisis: casi 300 mil personas esperan más de un año para ver a un especialista”, sostuvo.
“Desde 2023 han muerto 5.793 esperando atención”, denunció.
“Y la mortalidad infantil alcanzó niveles no vistos en más de dos décadas”, aseveró.
Amenaza real de perder democracia
En ese mismo mensaje, Arias fustigó el rumbo autoritario del gobierno y afirmó que hay una amenaza real de perder la democracia.
“La amenaza real de perder nuestra democracia nos obliga a despertar de esa modorra conformista en la que se había ido diluyendo nuestro sentido de urgencia”, demandó.
“Los tiempos en que vivimos nos exigen unidad por encima de las legítimas divergencias político-partidistas”, remarcó.
“El deber que se nos presenta es claro: anteponer la defensa de la democracia como la causa común de todas y todos los costarricenses”, desafió ante el mandatario, miembros de demás Supremos Poderes, diplomáticos e invitados especiales.
