Edgar Fonseca, editor/Foto LDA CR
Clásico de vértigo, drama y chaparrón.
Tras un trepidante clásico, empapado de lluvia y de goles, Alajuelense sacó ayer domingo un empate, 3-3, con sabor a oro de la Cueva, y la mira puesta en el crucial choque del miércoles en el Morera Soto.
Los erizos arrancaron cuesta arriba la ida de la serie para definir el otro boleto a la gran final del fútbol nacional.
Dos goles, de Escobar al 33´ y de Duarte, al 50´, descuento del primer tiempo, desataron la locura en las tribunas locales.
Parecía que la S repetiría la dosis del domingo anterior cuando vapuleó, 4-0, a Herediano.
Pero la historia pintó muy diferente bajo un torrencial aguacero que obligó a suspender el cotejo por 10 minutos en el segundo tiempo.
Sabedor de que el 2-0 era una lápida, Machillo Ramírez remeció su escuadra con tres cambios para el segundo tramo.
Las variantes le dieron otra cara a los rojinegros.
Remontaron en 12 minutos con goles de Lucumi, al 63´, Bran al 67´y Borges al 75´, de penal.
La Cueva enmudeció empapada y aturdida en medio del chaparrón.
En el último minuto, Sinclair empató angustiosamente, 3-3, lo que pintaba a pesadilla en Tibás.
El desenlace, de dientes apretados, el próximo miércoles en el Morera Soto.
“Salimos fortalecidos“
“Salimos fortalecidos. Recuperamos un poco ese ‘sentir’. Eso que ‘ponen las gallinas’, como se dice”, destacó el técnico rojinegro tras el choque.
“Necesitábamos más ganas, más pundonor. Y este equipo ha venido evolucionando deportivamente. Eso me deja tranquilo”, resaltó.
“Con lo de hoy, la afición debe entender que vamos a darlo todo por los colores. Yo soy de los que cree que en el momento difícil es cuando más hay que apoyar. Cuando todo está parejo, es ahí cuando más se ocupa el aliento. Espero que la afición lo entienda”, afirmó.
“Con lo mojada que estaba la cancha, podía pasar cualquier cosa. Sabíamos del juego aéreo de Waston, y al final les queda una y la aprovechan. No estoy molesto. Creo que el segundo tiempo que hicimos daba para quedarnos con el 3-2, pero no se dio. Lo importante es que hubo carácter, y eso me deja con mucho ánimo”, remarcó.
Lanzó dardos sobre supuestas filtraciones del planteamiento técnico-táctico erizo.
“En el primer tiempo nos manejaron mucho el cambio de frente, fue muy claro. Eso me genera dudas”, afirmó.
“Nosotros intentamos que los centrales de Saprissa no jugaran, pero atacaron fuerte nuestro punto débil y eso ya lo sabían. Eso me suena raro”, añadió.
“Estudiaron muy bien nuestro partido ante Puntarenas, donde nos expulsan a Toril. Ese día usamos una línea de cinco. Pero me queda la duda de que, apenas inició el juego, ya estaban con los cambios largos”, aseveró.
“Si fue que Paulo (Wanchope) lo logró a través del estudio, lo reconozco y lo alabo. Pero si fue por otra vía, entonces hay que tener cuidado. Apuesto a que fue por capacidad de él”, lanzó como sal a una herida abierta.
“Esto está totalmente empatado“
“La cancha fue un factor complicado, pero por el estilo de juego que nosotros tenemos, fue aún más complejo. Fue difícil para nuestros jugadores, pero al final rescatamos el punto, siendo Saprissa”, valoró el técnico morado Paulo César Wanchope.
“Pese a algunas cosas raras que pasan, nosotros, con pundonor y empuje, logramos el empate. Fue una jugada de balón largo y una peinada de Waston, utilizando el recurso aéreo. Al frente hay un rival calificado, y esto está totalmente empatado”, aseveró.
“Creo que dimos un buen espectáculo pese a la lluvia. Nosotros estamos para analizar, seguir luchando con pundonor y perseverancia. No podemos desconcentrarnos”, amplió.
“Todos sabemos lo que es Alajuelense. Si analizamos nuestro funcionamiento y las opciones que tuvimos, creo que generamos para más goles. Ahora nos toca visitar el Morera Soto, y sabemos lo que representa eso, pero también sabemos quién es Saprissa”, reflexionó con miras al decisivo choque del miércoles en el reducto manudo.