Edgar Fonseca, editor/Foto LDA CR
Con doble clásico entre los eternos rivales, Alajuelense y Saprissa, se definirá el codiciado boleto para la gran final del fútbol nacional ante Herediano.
- Los manudos lograron su pase tras un tenso triunfo,1-0, en el 101´del alargue, frente al indoblegable Puntarenense, la grata sorpresa del torneo.
- Los morados vivieron de la paliza, 4-0, que le infligieron el domingo al Team y, aunque cayeron 2-0 en el Carlos Alvarado, salvaron su pase.
Trepidante triunfo manudo
¡Drama!
¡Drama!
¡Y drama…!
Esto es fútbol. Lo demás es cuento.
La Liga sufrió a cántaros ante un Puerto indoblegable pero, finalmente, y angustiosamente, con un trepidante gol de Joshua Navarro en el 101´del alargue, se metió en la final, y enfrentará a Saprissa, que, aunque cayó anoche, 2-0, vivió de las rentas del domingo tras haber goleado, 4-0, a Herediano.
Un triunfo manudo muy al estilo del libreto del Machillo Ramírez que estaba listo, incluso, para la fatídica tanda de los penales, según admitió de previo al choque ante los chuchequeros.
Juego intenso, tenso, disputado, de choque, de pelea, de garra, digno de final, pero con la Liga cargando la obligación de salir airosa en casa ante un cuadro puntarenense que cumplió una sorprendente y gran temporada.
Los porteños cayeron con honor y, sí, quizá, con mucho dolor. Pero se van con la frente en alto.
No perdonó
El gol de Joshua fue labrado.
Gol con la complicidad, la escuela y la espuela de tres mundialistas: Matarrita, Oviedo y Borges.
Pase de Matarrita a Oviedo, por la izquierda y la mirada de este al área pequeña para lanzar el centro preciso, a media altura, curveado, que desequilibró a la recia defensiva porteña.
El balón superó a defensas y al, hasta ese momento, imbatible Leo Moreira.
Celso lo rozó de taquito.
Joshua lo recibió.
No pestañeó.
No perdonó.
Ni falló
El Morera Soto estalló como hace mucho no se sentía.
Joshua corrió al borde de la cancha donde se encontró con Parkins.
La banca, como el estadio, celebró.
Y hasta el Machillo, tan comedido, sonrió en medio del manicomio en que su fórmula convirtió el reducto rojinegro.
Pero esto es apenas el primero de dos capítulos finales que se avecinan infartantes.