La revista Semana resume, en una muy bien labrada crónica, la jornada de protestas, furia y vandalismo, con saldo de tres muertes, que vivió Bogotá el jueves anterior. Nadie ganó, dice, tal el desorden, el caos y la destrucción causada. La capital cafetera fue militarizada con 8.500 soldados en las calles. Reporteo detallado, minucioso, descriptivo pero a la vez analítico sobre acontecimientos del momento. “No hubo ganadores en este jueves de furia en el país. Los ciudadanos que de buena fe salieron a las calles a manifestar su apoyo a los campesinos inconformes se vieron desbordados por una turba de maleantes que arrasaba con lo que se encontraba a su paso. Las personas que querían ir a trabajar debieron hacerlo en difíciles condiciones. El Gobierno Nacional se mostró errático y terminó -a través de su ministro de Defensa- endilgándole una capacidad de movilización social a las FARC que probablemente nunca han tenido. Los movimientos de izquierda se mostraron fuertes en la convocatoria y débiles en el manejo de las marchas. Y los labriegos sumaron un día más de huelga sin hallar solución a sus reclamos.Bogotá fue el epicentro de la violencia. Como un presagio de lo que ocurriría, el presidente Juan Manuel Santos madrugó a reclamar cordura en las movilizaciones aunque él mismo definió en una línea el conflicto social que vive el país: “Estamos atravesando una tormenta”. Luego los noticieros empezaron en directo a mostrar la impotencia de miles de ciudadanos de Soacha, uno de los municipios más pobres del país, que debían irse a pie hasta Bogotá para cumplir sus jornadas labores. ¿La razón? Grupos de encapuchados bloquearon la vía que comunica a esta localidad con la capital.Y empezó la gresca. Quema de llantas, piedras en las calles, gases lacrimógenos, hombres y mujeres enfrentados a la Policía y bloqueando calles, otros marchando. Todo esto hizo parte de las fotografías de la jornada en ese municipio que abastece de mano de obra a la capital. Las imágenes se replicaron luego en Bogotá. Resumen y perspectiva, de ahí la recomendación de Puro Periodismo.