El 24 de julio un tren que iba a 190 kph se estrelló en Santiago de Compostela, Galicia, con saldo de 79 muertes y decenas de heridos. Una de las mayores tragedias del año y de la reciente historia, en 40 años, en España. Tom Burridge de BBC Mundo cubrió personalmente ese desastre y lo recuerda por el llanto de parientes de víctimas, por las desgarradoras imágenes en el sitio y porque, seis meses después, el accidente sigue latente en la retina de mucha gente, sobrevivientes, parientes, autoridades. Añade Burridge: “La razón por la que creo que ésta fue una de las grandes historias de 2013 es porque, mientras muchos tienen miedo de abordar un avión, muy pocos temen subirse a un tren.
España tiene una red de ferrocarriles impresionante: se puede viajar a bajo costo, rápida y eficientemente casi a todas partes. Y cuando uno se sube a un tren, uno asume naturalmente que va a estar 100% bien. Pero el gran número de víctimas y la devastación en la vía ponen estas asunciones en tela de juicio. Sólo tienes que mirar cómo el tren parece volar de las vías en las imágenes de CCTV para entender la dimensión del accidente.
Hace poco volví al lugar de los hechos. Aún hay muchos tributos en memoria de las víctimas. Vi un osito de peluche, lazos, la bandera de Galicia sobre el puente… Pequeños altares y símbolos religiosos, que se corresponden con el fervor que caracteriza esta zona de España”.