Informe especial de enviados de El Mundo, Madrid, a Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, sobre Mario Terán Salazar, exsoldado boliviano a quien se atribuye la ejecución del Che Guevara, una vez capturado en el poblado de La Higuera, el 9 de octubre de 1967. Terán Salazar tiene 72 años, vive retirado junto a su familia en la ciudad de Santa Cruz y para nada acepta que fuera él quien disparara contra el guerrillero argentino. Tres Marios participaron en el operativo, dice. Su testimonio, de 23 minutos, logrado por los reporteros Ildefonso Olmedo y Juan José Toro de El Mundo contrasta con la versión escrita que, se le atribuye, él envió a sus superiores para contar la incidencia militar de aquel histórico momento. “«Cuando llegué, el Che estaba sentado… Al verme me dijo: “Usted ha venido a matarme”. Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin responder. Yo no me atrevía a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy grande. Sentía que se me echaba encima y cuando me miró fijamente me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido podía quitarme el arma. “Póngase sereno, usted va a matar a un hombre”. Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che cayó al suelo con las piernas destrozadas, se contorsionó y comenzó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en un hombro y en el corazón…”.

 

Leer más