Roberto Sánchez Ramírez, periodista nicaragüense, de 74 años, brinda amplia entrevista a La Prensa de Managua en la que repasa su vida y su trayectoria como reportero e historiador. Cuenta que padece de diabetes, de cáncer de próstata y de dolor de corazón por su vida seductora de años precoces.
Le agradece a Daniel Ortega y a su mujer Rosario Murillo el haberle sufragado un costo tratamiento médico en Cuba.
No olvida los estragos del gran terremoto que destruyó aquella capital en 1972 y se arrepiente de una vida mujeriega que en su juventud le llevó a tener ocho hijos con seis diferentes mujeres, dice un reportaje del periodista Vladimir Vásquez.
Añade:
“¿Y el terremoto del 72 usted cómo lo vivió?
Fue una etapa muy triste. Da la casualidad que el 22 de diciembre me habían dicho en LA PRENSA que preparara rollos de películas porque al día siguiente iba a ir a hacer un trabajo. En ese tiempo los redactores también éramos fotógrafos. Quiero contarte que mis fotos fueron las primeras que se publicaron en el mundo. Las publicó el Diario La Nación de Costa Rica. Cuando el fotógrafo o el redactor anda trabajando como que se abstrae de la tragedia. Pero ese día, ya había tomado todas las fotos y ya cuando terminó todo me fui a sentar allá por el Gran Hotel. Había un famoso sitio que se llamaba El Munich que no cerraba nunca. Le dije a alguien que me diera agua y me dijeron que no había, pero que en el Munich había un montón de botellas de champaña. Cuando estaba en la esquina abriendo la botella de champaña se apareció un homosexual muy conocido que se llamaba “La Paola” y venía gritando y llorando. Le preguntamos: ¿Qué te pasa? “Es que aquí va la viuda”. ¿La viuda de qué? “Se me murió el hombre”, me dice, “me lo mató el terremoto”.
Y a mí me impresionó tanto eso que se me salieron las lágrimas y tenía un vaso de cartón donde echaba la champaña y creo que es la única vez en mi vida que he tomado una mezcla de lágrimas con champaña. Y así varios nos declaramos los viudos de la ciudad de Managua”.