Desde los centenares de miles de personas que han seguido o acampanado a la intemperie y bajo un frío congelador a la espera de los multitudinarios actos del Papa Francisco en México, muchos esperan tan solo que su visita cambie el corazón del país acorralado por la violencia, dice un informe de la revista Proceso.
“Tras la visita del jefe del Estado Vaticano, regresaron a Ecatepec las calles polvorientas, el desabasto de agua potable, la pobreza…
Y una vez que la extrema seguridad se diluya, los habitantes reconocen que regresará la habitual delincuencia, aunque esperan que la breve estancia de Francisco mueva corazones y conciencias”, dice el informe de la reportera Veneranda Mendoza.