Vladimir ve a Figueres candidato del PLN

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  • Pese a los cuestionamientos en su contra, José María Figueres Olsen parte como favorito para la candidatura presidencial del PLN, con miras a los comicios del 2018, pronostica el polémico y reconocido analista Vladimir de la Cruz

Edgar Fonseca M,, editor www.PuroPeriodismo.com

El expresidente José María Figueres Olsen tiene las mayores posibilidades de alzarse con la candidatura presidencial del partido Liberación Nacional en la convención del dos de abril con miras a los comicios de 2018, vaticina el veterano analista político Vladimir de la Cruz.

No solo por su carácter de exmandatario, sino porque ha recorrido el país en meses recientes forjando apoyo en la estructura partidaria y, además, por el peso histórico del apellido Figueres en el votante verdiblanco, de la Cruz ve al exgobernante favorito para cazar la candidatura en la disputa con Antonio Álvarez Desanti, presidente de la Asamblea Legislativa y también precandidato.

“Me parece que (Figueres) es el que tiene más posibilidades. Casi lo veo candidato”, sentenció de la Cruz en una amplia entrevista-análisis con el periodista Edgar Fonseca, editor de www.PuroPeriodismo.com, al entrar el país en un año electoral de lleno.

En la entrevista, concedida la tarde del jueves 5 de enero en San José, de la Cruz, historiador, exprominente dirigente de izquierda y exdiplomático, estimó muy factible el posible retorno de Liberación al poder, no ve posibilidades reales de un segundo gobierno consecutivo del PAC y pronostica una debacle electoral para el izquierdista Frente Amplio.

Según sus valoraciones, es muy probable que los próximos comicios se resuelvan en primera ronda y que el PUSC obtenga una relevante cuota de respaldo tras los escándalos presidenciales que lo estremecieron en 2004 y años posteriores.

-¿Por qué le apuesta a Figueres?

 -De lo que le interpreto, en esta etapa, hablando a inicios de enero 2017, ¿usted ve (a Figueres) liderando, a las puertas de obtener la candidatura de Liberación Nacional?

-Me parece que es el que tiene más posibilidades. Yo casi que lo veo el candidato. Primero porque tiene a su haber la experiencia de haber sido expresidente de la República. Eso pesa, más que haber sido ministro o diputado en el caso de Antonio Álvarez, o diputados Clinton Cruickshank, Sigifredo Aiza o Rolando Gonzáles, que también han sido diputados. Eso pesa en el imaginario, en el ideario, en la conciencia nacional, pero además, en el caso de José María, se ha movido por todo el país como presidente del partido, para las campañas municipales, donde tuvo que recorrer tres veces el país, según lo que le oí decir a él. En este momento está en una campaña, qué el sabe que es difícil, primero porque la tenía casi contra Óscar Arias, que era más difícil todavía para él, y en ese sentido tenía que moverse y desarrollar afectos. A su haber tiene la ventaja del nombre Figueres y el “figuerismo”. El “figuerismo” histórico no es el de José María, es el de don Pepe, así como el “calderonismo” histórico no es el de Rafael Ángel Calderon Fournier, sino el del doctor Rafael Ángel Calderón Guardia, son conceptos diferentes, hay “calderonismo” de Calderón Fournier, hay “figuerismo” de José María Figueres, pero el “figuerismo” como fuerza motora es el de don Pepe y lo que significa don Pepe en Liberación, en el país. Lo mismo que uno dice “arismo” es Óscar Arias Sánchez, no es Rodrigo Arias Sánchez.

 

La campaña del “mea culpa”

-Él ha estado enfatizando mucho en ese contacto que tiene con alcaldías, comunidades y con la estructura. Sin embargo, la campaña de despegue de precandidatura de José María, estuvo matizada por esa sorpresiva actitud de un “mea culpa”, por errores cometidos a lo largo de sus gestiones como político, incluso hasta el escándalo ICE-Alcatel. Este mea culpa, ¿cómo lo califica usted?

-Me parece un éxito lo que él hizo. Fue lo correcto que tenía que hacer, porque él tenía que enfrentar frente al público y frente al electorado y frente a sus propios partidarios, todas las cosas que se le dicen. Porque contra José María Figueres no hay una sola acusación judicial, pero hay una montaña de acusaciones populares y mientras no haya una acusación formal judicial, no hay tampoco juicio. Tampoco huyó de Costa Rica de la justicia, ni hay nada prescrito contra él en ese sentido. Él tenía que dar la cara frente ese tipo de situaciones. Lo que ha hecho es lo correcto, políticamente, salir al paso de eso en este período. ¿Por qué en este período? Porque este es el período de la precampaña interna de Liberación, donde él es muy fuerte, y donde si él llega a ser el candidato oficial del partido, era mejor agotar esta discusión, lo que él ha llamado “contestatones”, estar dando respuestas en este período y no a partir de mayo o junio, cuando ya está la campaña nacional encima, donde él debe concentrarse en el programa nacional que tiene, “Plan País 2021”. Es donde debe concentrar sus baterías, y no en esta otra parte de las contestaciones. ¿Por qué? Porque en esa segunda etapa, si ya contestó, él remite a las respuestas que ya ha dado.

-La inminencia de una posible candidatura de José María Figueres, cuán vulnerable, con todo lo que ha pasado, con todo lo que ha enfrentado, y, a pesar de que usted dice que ha sido un éxito esta campaña de desligarse de todo este lastre. ¿Cuán vulnerable sería su candidatura ya a nivel de las elecciones generales en febrero de 2018?

-Va a tener la vulnerabilidad de esa carga que arrastra, pero ya ha sido aclarada y si logra montar un diseño de campaña electoral orientado a hablar de los temas importantes del país, hablar de los problemas de los sectores empresariales, de los sectores sociales, de la juventud, de las cuestiones de empleo, que él tiene en mente, si se concentra bien en eso, puede mandar señales muy importantes que pueden ser perceptibles positivamente para el electorado nacional, no solo para Liberación y puede jalar. Curiosamente da una imagen de frescura y una imagen de juventud, que puede ser atractiva. Al final de cuentas durante toda la campaña lo va a perseguir la sombra que le han hecho, eso no lo va a poder evitar, pero si se concentra en lo que tiene que precisar, en objetivos políticos frente al electorado, de pronto va a levantar correctamente y si se monta en la historia de Liberación Nacional, en la parte positiva que Liberación es el partido que más le ha dado al país, por número de gobiernos que ha tenido y por control legislativo que han tenido, si ellos saben hacer eso, lo pueden hacer y si escogen bien los opositores, no cometan el error del 2014, también puede levantarse. Si usted me dice si va a haber primera y segunda ronda, le digo que esto se resuelve en la primera ronda.

¿Y Álvarez Desanti?

-¿Cómo ve las posibilidades de la candidatura de Antonio Álvarez Desanti?

-Me parece que es buena, le da calidad al proceso interno de Liberación Nacional. Antonio es una persona muy bien formada, es muy capaz, muy inteligente, como diputado ha sido bueno en ambos períodos, ha sido presidente del congreso en ambos períodos, y en este momento se desempeña de una manera excelente como jefe del congreso de la República, pienso que si, en la perspectiva de la presidencia del congreso, Antonio Álvarez hubiera ejercido la presidencia desde la primera legislatura de este gobierno, lo hubieran repetido en la segunda, lo hubieran repetido en una tercera, este gobierno hubiera salido mejor parado, tiene una capacidad de negociación, maneja el congreso muy bien, desde el punto de vista parlamentario, tiene muy buen roce con todos los diputados, solo que en este momento al aspirar él a la candidatura presidencial del partido Liberación Nacional, va a estar obligado a retirarse del congreso, como presidente, y eventualmente como diputado si llegara él a ser el también candidato presidencial, no porque esté obligado, sino porque él mismo lo dijo, para poderse dedicar de lleno a la campaña, porque no le va ser fácil a Liberación Nacional, pero de todas maneras, es el partido que tiene más asidero, más fuerza, más reconocimiento público, más simpatía en las encuestas.

El control de las alcaldías es clave

A juicio de Vladimir de la Cruz el control de 49 alcaldías que tiene el PLN, y el manejo que hizo José María Figueres de la campaña de alcaldes en 2016, es un factor clave que lo pone en ventaja frente a cualquier aspirante en el partido y a nivel nacional.

“Liberación montó su estructura partidaria (para la campaña de alcaldes del 2016). José María se movió por todo el territorio como presidente del partido. Le lleva ventaja a cualquier otro candidato de Liberación o fuera de Liberación”, cree de la Cruz.

Destaca el predominio verdiblanco en recientes elecciones de alcalde. En 2006, para el segundo periodo de Óscar Arias, Liberación ganó en 69 alcaldías; en 2010 con Laura Chinchilla, repitió con 69 alcaldías. El PAC asumió en el 2014. “Siendo gobierno no le tocó el impulso, el músculo político, de febrero a diciembre, y pasaron los dos primeros años de gobierno del PAC, donde se desgastó y donde la gente se decepcionó”, comenta de la Cruz.

En ese contexto se dio la elección de alcaldes de 2016, con el reto político de ser la base de las elecciones del 2018. Liberación –según de la Cruz—jugó un papel muy importante con José María Figueres al frente de la presidencia del partido y lograron repetir 49 alcaldías de las 69.

“No fue una derrota de Liberación Nacional. Fue un triunfo porque Liberación no estaba en gobierno. Aquí el gobierno fue el que salió derrotado porque no volvió ni a elegir los mismos (10) que tenía en el 2010 y el Frente Amplio, que sacó un caudal de votos muy importante en las elecciones del 2014 y elije 9 diputados, en las elecciones de alcaldes reduce su número de votación, y el número total de votantes del país no le alcanza, proyectado al 2018, a elegir nada más que diputado y medio o dos diputados, si acaso”.

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El tropezón de Johnny Araya

Tras la debacle del 2014, ¿regresará Liberación Nacional al poder?

-En 2014 Liberación Nacional no tenía al mejor candidato presidencial, ni habían candidatos de una estatura más alta y eso no permitió nada más que igualar en el plano de los candidatos a los diferentes partidos que se presentaron. Liberación Nacional traía a sus hombros dos gobiernos seguidos de Liberación Nacional, el de Óscar Arias y el de Laura Chinchilla. En la historia política del país nunca se había dado en el siglo XX una sucesión de tres gobiernos continuos de un mismo partido. Eso había sucedido en el siglo XIX, pero no en el siglo XX. En dicho siglo lo más que hubo fueron gobiernos alternos en la primera mitad del siglo, Ricardo-Cleto, Ricardo-Cleto, nada más, y en la segunda mitad hubo repetición de gobiernos en 1970 y 74, dos de Liberación con Figueres y Oduber, 1982 y 86, Liberación Nacional de nuevo, con Luis Alberto Monge y con Óscar Arias en su primer gobierno; luego la Unidad Social Cristiana en 1998 y 2002 con Miguel Ángel Rodríguez y Abel Pacheco, y de nuevo Liberación con Óscar Arias y Laura Chinchilla. De manera que dos gobiernos era como la tónica, tres gobiernos nunca se había dado y esto pesaba mucho en la campaña del 2014 y el candidato no era el mejor para continuar a un tercer gobierno de Liberación, ni hubo un diseño adecuado de la campaña electoral. Se equivocaron los conceptos de la campaña. Se equivocó la propaganda. Johnny Araya usó colores que no eran los tradicionales. Usaba el negro a veces en lugar del verde y blanco que era la bandera histórica de Liberación Nacional. Era un fardo muy difícil de lograr si no se hacía una campaña con objetivos muy correctos, muy claros, muy precisos y muy bien seleccionados. También los contrincantes en la campaña del 2014… Liberación cometió el error de escoger dos contrincantes, por un lado al Movimiento Libertario y otro fue el Frente Amplio, para tratar de ubicarse en el centro entre la derecha y la izquierda del país, y eso no le resultó a Johnny Araya. Levantó al Frente Amplio, artificialmente, y se derrotó él porque no pudo convertirse en el centro, que finalmente lo agrupó, de manera sorpresiva, Luis Guillermo Solís, que no venía despuntando, pero que al final, en el proceso final de la campaña, es el que logra aglutinar el centro político y desbanca ahí a todos. Esa fue la sorpresa.

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 La herencia pesa

Costa Rica le debe reconocer a Liberación Nacional un importante legado de su desarrollo en los últimos 63 años, dice, sin pestañear, Vladimir de la Cruz.

“Desde 1953 hasta hoy ha habido 16 gobiernos, nueve han sido de Liberación Nacional, y en tres ocasiones Liberación Nacional ha tenido mayoría parlamentaria cuando no es gobierno. De manera que de los 16 gobiernos, en la práctica Liberación ha gobernado 12 veces el país, desde el Poder Ejecutivo o desde la Asamblea. Mucho de lo bueno que tiene este país, en su desarrollo institucional democrático se le debe a Liberación Nacional, y, obviamente, a la Unidad Social Cristiana que también ha cogobernado. Alguien me puede decir, pero también lo malo, sí, también lo malo, pero en el balance de lo bueno y lo malo en estos 60 años, nosotros tenemos más positivos que negativos. Si uno quisiera hacer un balance de la sociedad democrática nacional y el desarrollo del país, clase media, seguridad social, educación, analfabetismo bastante bajo, un capital humano extraordinario, todo es parte de ese desarrollo que hemos tenido, entonces. Ese es un haber a favor del partido Liberación Nacional, está claro”.

Mañana: ¿qué le aguarda al PAC en el 2018?

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