Edgar Fonseca, editor
Como una apasionada joven guía turística, fue identificada Amanda Geissler, oriunda de Thorp, Wisconsin, la décima víctima estadounidense de la tragedia aérea del domingo que cobró 12 vidas en Bejuco, Nandayure, Guanacaste.
Familiares, amigos y compañeros de trabajo se sintieron devastados tras conocer su trágico deceso.
Geissler, de 33 años, murió cuando el avión charter Nature Air en el que viajaba con su grupo se estrelló en las montañas cercanas después de despegar del aeropuerto Punta Islita, dijeron la policía y la compañía de viajes que reservaron el vuelo, detalla una crónica del New York Daily News. Califica como “terrible” el suceso.
La compañía, Backroads dijo–según dicho medio– que Geissler era una empleada querida que creó “fuertes lazos” con sus invitados y compañeros guías desde su contratación el año pasado.
El mejor año de su vida
“Hubiera dicho que este era el mejor año de su vida. Encontró un trabajo que le apasionaba, compartía las mismas pasiones que ella. Llevó a los niños y las familias de vacaciones y les encantó cada segundo”, dijo su hermana Lindsey Geissler, según el sitio Weau.com de Wisconsin.
Amanda trabajaba como guía personal de vacaciones para la compañía Backroads de Berkeley, California, desde mayo pasado, viajando por el mundo y satisfaciendo su sentido de la aventura. Es descrita como una persona de un espíritu libre, que nunca tuvo miedo de fallar en cualquier camino que tomó en la vida.
“No importa cuáles sean las probabilidades contra ti, puedes lograr lo que quieras. No importa cuántas personas digan que vas a fallar, puedes tener éxito”, dijo su padre, Jeff Geissler.
Una estrella en ascenso
Como una “estrella en ascenso” calificó a Geissler, la empresa Backroads.
“La pasión y la capacidad de Amanda de conectarse genuinamente con la gente, además de su liderazgo, la convirtieron en una estrella en ascenso en Backroads”, dijo la firma de Berkeley, California, en un comunicado al diario neoyorquino.
“Nuestros líderes se han comunicado con nosotros en todo el mundo para ofrecer condolencias y ofrecer apoyo a la familia de Amanda. Estamos profundamente tristes por esta trágica pérdida “, agrega el diario.
La familia de Geissler dijo que ella había estado trabajando para Backroads desde mayo y estaba emocionada de dirigir la aventura navideña en Costa Rica, que incluía visitas a un volcán activo y una cascada de 400 pies.
“Amanda es difícil de describir en un breve párrafo o una palabra o frase simple. Ella era mucho más que eso. Su pasión por la vida y su espíritu aventurero le permitieron vivir y experimentar verdaderamente más en sus 33 años de vida de lo que muchos tienen la oportunidad de hacerlo “, dijo la familia en un comunicado obtenido por WQOW-TV.
Dijeron que Geissler era conocida por su “amor por el aire libre, establecer objetivos y aplastarlos y su adoración por su familia y amigos”.
En el accidente perecieron 10 estadounidenses; cinco miembros de la familia Steinberg de Scarsdale, Nueva York y cuatro miembros de la familia Weiss de Belleair, Tampa, Florida.
También perecieron los dos pilotos costarricenses que guiaban una aeronave de la firma Nature Air de regreso al aeropuerto internacional Santamaría cuando sobrevino la tragedia.
La versión de que fuertes ráfagas se viento que azotaron la zona la mañana de ese domingo podrían haber influido en la peor tragedia aérea en el país desde 1990 no es descartada por las autoridades.
———————————————————————————————————————————-
Una mujer sin miedo
Amanda Geissler una mujer sin miedo, dice una crónica del Milwaukee Journal Sentinel.
Geissler –dice el Sentinel– ayudó a dirigir el equipo de baloncesto femenino de la Universidad de Wisconsin-Stout a tres títulos de conferencias regionales, incluidos los dos años en los que se desempeñó como capitán del equipo.
“La forma en que la describirías mejor como jugadora sería desatinada”, dijo Layne Pitt, directora de información deportiva de la escuela. “Todos en el piso eran más altos que ella, y no importaba. No tenía miedo. Saltaba justo en el medio de todo”.
Backroads, una compañía de viajes con sede en Berkeley, California, confirmó que Geissler fue la líder del viaje en la tragedia de la víspera de Año Nuevo, cita el Sentinel.
Mark Noll, entrenador de baloncesto femenino de la Universidad de Dubuque, dijo que Geissler jugó como armador para UW-Stout cuando entrenó allí y la vio por última vez en Acción de Gracias.
“Estuvo 18 horas en casa, y ella y su hermana vinieron al torneo”, recordó Noll. “Sabían que estaba jugando y vinieron a ver a Stout y a verme”, agrega el diario.
“Amanda era una novia, una gran jugadora”, dijo Noll.
Geissler se unió al equipo de UW-Stout como un verdadero estudiante de primer año y jugó 112 juegos de 2003 a 2007, dijo Pitt.
“Ella era solo una sonrisa en la cara todo el tiempo tipo de persona, pero cuando estaba en el piso ella era todo negocio”, dijo Pitt. “Cuando obtuvimos esos tres campeonatos seguidos, ése fue el único momento en que sucedió en la historia de Stout. Y ella fue un equipo. Ella fue todo el equipo”, consigna el Sentinel.
Ray Cross, presidente del Sistema UW, agregó: “Es difícil encontrar las palabras adecuadas cuando se pierde una vida tan joven y prometedora. Expresamos nuestro más profundo pesar a todos los que conocieron a Amanda”.