Edgar Fonseca, editor/Foto Facebook Asamblea Legislativa
Un Primero de Mayo sin sorpresas, con muchas lecciones y altas expectativas tras la elección del directorio legislativo.
La llegada de Eduardo Newton Cruickshank Smith al máximo podio legislativo, amén del emblemático matiz que conlleva por tratarse del primer afrodescendiente al mando en dicho poder, trasluce a raudales el valor de ser realista en ese sinuoso mundo político.
Veterano hombre público en su tierra natal, líder evangélico, hogareño, inagotable conversador, pero ante todo, de un olfato político a flor de piel, Cruickshank, logró, certero, el objetivo personal, partidista, como parte de un pacto tripartito que se cumplió al pie de la letra.
En las tensas e inciertas horas previas a la jornada, advirtió que los pactos “se honran”, dando a entender que un paso en falso, de cualquiera de los ya comprometidos, desencadenaría una jornada convulsa.
No ocurrió.
Liberación, que necesita entrar en cuarentena tras su estrecha cercanía con el oficialismo en estos dos primeros años, antes que lo fulmine el “covid” de cogobiernista, hizo la lectura realista.
Dejó de lado cualquier tentación de repetir en la presidencia y le allanó el camino al legislador restauracionista.
Grandes perdedores
La presente fracción del PUSC, o lo que queda de ella, no parece sentar cabeza.
Renegó desde un primer instante del “gobierno de unidad nacional” al que se adhirió su flamante excandidato presidencial, y con él preciadas figuras como el ministro de Obras Públicas, y por tercer año consecutivo sale trasquilado en la lucha por el directorio.
Y sale agrietado.
Una de sus diputadas le jugó la vuelta y se trepó al directorio…
“Traición, traición…”, lamentan por allí, tardíamente.
Otro gran perdedor: eso que da en llamarse Nueva República, episodio tras episodio, parece enzarzarse en un afán de autoaniquilación.
Ni siquiera pudieron entender la identidad nacional ante la pandemia y cometieron un error capital al cuestionar, sin fundamento, al ministro más mimado por los ticos en estos momentos.
El fiasco del directorio se los recuerda su excompañero salmista cuando les tira que perdieron los estribos, sin razón.
De ocurrencia en ocurrencia, de tontera en tontera, apuran el rumbo a su extinción.
Lo que viene
Se abre un periodo de muchas expectativas sobre la nueva conducción legislativa.
De si el realismo, el cálculo y la espuela aplicadas para la elección estarán presentes en este convulso periodo pospandemia que le aguarda al país.
Cruickshank que se dice pragmático, conciliador, negociador va a una prueba de fuego en esta que él ha llamado una cita con la historia. Y las demás fracciones, también.