PuroPeriodismo-Economía-El impacto social de la recesión económica que sufre Nicaragua por tercer año consecutivo, agravada por la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, ha dejado en el desempleo a más 16.000 personas de las diferentes industrias de zonas francas según el monitoreo del Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra, según el sitio Confidencial de Managua.
La Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y de la Confección, Anitec, registra en su rubro más de 5.000 personas enviadas a la “desocupación” que no han podido retornar a un puesto laboral, añade el medio.
La industria del régimen de zona franca que emplea a decenas de miles de nicaragüenses, cerrará el 2020 con saldos negativos en comparación con 2019, mientras la recesión económica se agudiza al ritmo de la crisis sociopolítica, y el ajetreo de miles de obreros mujeres y hombres de las empresas textileras, ahora convive con la amenaza de la pandemia de covid-19.
“Este año no podremos evitar la caída del sector, que va andar entre el 20% y 30%”, lamentó Dean García, director ejecutivo de Anitec, quien proyecta una baja de al menos 400 millones de dólares.Durante los meses más álgidos de la pandemia en Nicaragua, la producción del sector textil cayó hasta un 50%.
“Pasamos de exportar 120, 150 millones de dólares mensuales, a exportar 50, 60 millones de dólares mensuales. O sea, retornamos a los niveles de exportación de 2009, que fue cuando tuvimos la crisis financiera mundial”, comparó García, según dicho sitio.
Las empresas de zonas francas sufrieron el impacto económico de la pandemia, antes de que se confirma en el país el primer caso. Estados Unidos, el mercado meta del 95% de las exportaciones textileras nicaragüenses, ya lidiaba con la emergencia sanitaria desde enero, cuando implementó protocolos de seguridad para la importación y los principales clientes suspendieron las órdenes de compra y producción.
Un acuerdo tripartito “oneroso”
Para enfrentar los efectos económicos de la pandemia –según Confidencial– ocho empresas del régimen de zonas francas, la Central Sandinista de Trabajadores (CST) y el Ministerio del Trabajo firmaron el 24 de marzo, un acuerdo tripartito de flexibilización laboral que otorgó a los dueños de las empresas el derecho de realizar ajustes contractuales que afectó el empleo de miles de obreros, además de medidas logísticas para evitar el contagio masivo de covid-19.