PuroPeriodismo/Foto El Universal, Ciudad de México
Bajo tierra, a lo largo de casi 17 mil kilómetros de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), algunos de los cuales cruzan zonas urbanas, ríos y otras áreas importantes, hay un problema que puede tener graves consecuencias, informa diario El Universal de Ciudad de México.
Los sistemas de transporte por ducto tienen más de 30 años en operación y muestran deterioro derivado de la corrosión externa e interna, así como falta de protección catódica en varios kilómetros y falta de mantenimiento, reconoce la empresa.
Además, se han identificado deslizamientos de suelo que comprometen su integridad, “pues quedan sin soporte y, como consecuencia, se someten a esfuerzos tangenciales para los que no fueron diseñados”, problema que se ha detonado por el robo de hidrocarburos (huachicoleo), agrega el sitio.
Apenas en la madrugada del domingo, una explosión por una toma clandestina en San Pablo Xochimehuacan, Puebla, dejó un saldo de 17 personas heridas y un fallecido.
De acuerdo con información obtenida por dicho diario, funcionarios de la filial Pemex Logística revelaron las condiciones reales en que se encuentra esta infraestructura, que representa un riesgo para la población y trabajadores de la petrolera, además de que en los primeros dos años de esta administración se suspendieron los recursos destinados a mejorar sus condiciones.
El subdirector de Transporte, Juan Francisco Rivera Cavazos, advirtió al Consejo de Administración de Pemex Logística el pasado 12 de julio, durante su 44 Sesión Extraordinaria, que “la mayoría de los ductos cumplieron su ciclo de vida de inspección”, por lo que se requieren recursos no sólo para su inspección, sino también para su rehabilitación, ya que representan un “riesgo mayor, añade El Universal.