PUSC desoyó el consejo de 100 profesionales: una de las causas del fracaso electoral, según economista

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Edgar Fonseca, editor

El marginamiento de un grupo de 100 profesionales de la campaña del PUSC es visto como uno de los errores que condujeron al desinflonazo de la candidatura de Lineth Saborío que acabó el pasado 6 de febrero empatada en cuarto lugar con Eli Feinzaig del Liberal Progresista.

Así lo destaca este viernes el economista socialcristiano, Jorge Guardia, expresidente del Banco Central, en un artículo de opinión en el sitio CR Hoy al analizar las causas del fracaso de la aspirante Saborío al no pasar a la segunda ronda pese a que en determinado momento incluso alcanzó un empate técnico en la punta con José María Figueres, PLN.

Según el recuento final del TSE, Saborío quedó en el quinto lugar con 259.767 votos, superada por Eli Feinzaig del Liberal Progresista, que alcanzó 259.788.

Profesionales resentidos

“Un calificado grupo de profesionales socialcristianos participó arduamente al iniciar la campaña en la elaboración del Programa de Gobierno de la Unidad Socialcristiana, hasta que fue marginado sin ninguna explicación. Esa insólita actitud resintió a los más de cien profesionales que contribuyeron en su redacción”, lamentó Guardia.

“¿Por qué ignoraron al grupo de especialistas si actuaban de buena fe? Fue un error estratégico del nuevo Comando de Campaña y de la agencia de publicidad, incluidas todas las personas involucradas en sus decisiones, de las cuales nunca participaron al grupo inicial”, afirmó.

Confusión con programa de gobierno y debilidad en debates

Guardia asegura que “la confusión con la difusión del programa de Gobierno y la débil participación en los debates le pasaron la factura. Muy lamentable, porque se pudo haber evitado. En vez de dedicar largas horas a extenuante proselitismo en zonas rurales, se pudo haber dedicado más tiempo a preparación y estudio. Era de rigor, pues la prensa entera señalaba la “tibieza de las respuestas”. 

Según Guardia, “se quebrantó una regla esencial del mercadeo político: ‘definir con suficiente anticipación la imagen que se desea mostrar ante el electorado, antes de que otros la definan por uno? Y eso fue lo que efectivamente sucedió. El grupo lo advirtió varias veces; es más, en diciembre hizo una propuesta por escrito de que el Equipo Económico, reforzado con otros profesionales y políticos fogueados y de gran talante, se ofrecía a prepararla ad honorem con debates simulados y focus groups, pero no hubo respuesta. Después, trascendió que se contrató a un periodista para realizar esa misma labor, alguien que evidentemente no conocía a fondo los temas económicos”. 

“Hubo, además, otros errores que fueron debidamente advertidos, pero nunca subsanados (o demasiado tarde), como mantener el Equipo de Gobierno a la sombra hasta casi el puro final, que le habría dado el respaldo técnico que urgentemente necesitaban. Quizás, se dejaron deslumbrar por un Foro Socialcristiano convertido en un club de adulación, carente de visión y capacidad crítica, incapaz de señalar limitaciones, como exigían la realidad y lealtad de un buen asesor. Su imagen nunca cambió en el imaginario colectivo. ¡Lástima! Tenían muy buena oportunidad de clasificar para el balotaje”, sostiene Guardia en su análisis post mortem de la fallida campaña PUSC.