El inmenso amor de los dictadores por sus personas, su imagen…

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Editorial El Diario de Hoy, San Salvador/Ilustración Alecus

desde luego, en ningún otro lugar sobre el tal mundo mundial la delincuencia ha sido controlada como aquí, aun a costa de tantos inocentes capturados y pisoteados en el “régimen de excepción”, como lo denuncian casi a diario las entidades que velan por los derechos humanos y los padres, hermanos, hijos y familiares cuyos seres queridos están hacinados, ademas de los presos políticos…

Mao, el desquiciado que causó la muerte por hambre de más de sesenta millones de chinos, obligaba a sus súbditos a leer “el pequeño libro rojo”, una recopilación de sus “pensamientos”, como Hitler llegó a imponer a estudiantes alemanes la lectura de “Mi Lucha” (Mein Kampf) y que ahora se revive al forzar Xi Jinping a los maestros en Hong Kong a regirse siguiendo los lineamientos de su “Carta a los jóvenes”, que se nos dice inicia con una declaración de amor por ellos, en el sentido de afirmar que los jóvenes ocupan un primordial lugar en su pensamiento…

Pero…

Lo que más ama un dictador en este mundo es su propia persona, que lo consideren dios sobre la tierra como pensaron Calígula, Nerón, Domiciano…

La persona más amada por Daniel Ortega es… Daniel Ortega, como Giammattei en Guatemala y Nayib en El Salvador. Fue el caso de Chávez, de Perón, de la misma Evita, del asesino serial Fidel Castro, no digamos del enloquecido déspota de Corea del Norte, Kim Jong-un.

Especial PuroPeriodismo: El Diario de Hoy, San Salvador