Edgar Fonseca, editor
El convenio de Servicio Ampliado que suscribió el país en 2021 con el FMI y que permitió acceder a una linea de crédito por $1.778 millones, podría correr peligro si se flexibiliza la aplicación de la regla fiscal como presionan algunas instituciones, advirtió el expresidente del Banco Central, Rodrigo Cubero Brealey, periodo 2018-2022.
“Se pondría claramente en peligro que se mantenga la vigencia de ese acuerdo de aprobar las reformas a la regla fiscal”, afirmó.
“Diluir esa regla fiscal y sobre todo diluirla excluyendo el gasto por interés, el gasto de capital, que ha sido muy criticado por organismos como el Fondo Monetario Internacional por ejemplo, podría minar la confianza, minar el apoyo de los organismos internacionales, minar el apoyo de los mercados internacionales y además quitarle al país la capacidad de seguir atrayendo inversión y de seguir generando crecimiento vía inversión extranjera e inversión doméstica. Entonces por eso jugar con el problema fiscal es jugar con el crecimiento económico y el bienestar de todos los costarricenses”, ratificó.
Gestor del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que impulsó la administración del presidente Carlos Alvarado Quesada, Cubero resaltó tal preocupación durante una amplia entrevista que concedió a este editor vía Zoom Facebook Live ayer martes 14 de marzo. Ver PuroPeriodismo YouTube
Retirado de la función pública y dedicado a consultorías locales y externas, insistió que debe evitarse a toda costa el relajamiento de la regla fiscal que contribuyó al reordenamiento de finanzas públicas en los últimos dos años y a alcanzar el año anterior un superávit primario.
Destacó como efectos positivos de esa reforma: un cambio fundamental en la posición fiscal del país; aumento de la confianza; menor prima por riesgo; menor exigencia de tasa de interés al gobierno en relación con deuda que coloca y mejor percepción para invertir. Todo ello en contraste con 2018 cuando el país era percibido como altamente riesgoso por su problema fiscal, enfatizó.
–Usted habla de la aplicación estricta de la regla fiscal, sin embargo, como pasa en nuestro país, se le están buscando portillos, se le están buscando vías de escape y se le está tratando de hacer una regla fiscal light. ¿Qué advertencia hace usted ante esas pretensiones de escape, de portillo, de suavizar, de eximir de la regla fiscal a una serie de instituciones, en las últimas semanas, se ha escuchado por parte de diferentes instituciones desde el Tribunal Supremo de Elecciones, hasta municipalidad, todos tratando de escapar a la explicación, a esa explicación estricta de la regla fiscal? ¿Qué posible impacto? ¿Qué posible consecuencia podría tener?
-Para contestar esa pregunta, primero es importante entender, cuáles son los efectos positivos que ha tenido ese control del gasto, el cambio fundamental en la posición fiscal del país, esa mejora en la posición fiscal como consecuencia del control del gasto ha llevado un aumento en la confianza, como decíamos antes, el país ahora se ve mejor, realmente este aumento en la confianza implica no solo una menor prima por riesgo al país, es decir una menor exigencia tasa de interés por parte de los mercados nacionales e internacionales al gobierno en relación con la deuda que el gobierno coloca, porque se le percibe menos riesgoso, sino en general una mejor percepción del país, como un lugar para invertir y eso nos ha ayudado también a fortalecer la atracción de inversión extranjera directa, que como usted bien decía, ha sido uno de los frentes, de los flancos más exitosos de nuestro país en los últimos años.
Entonces básicamente la transformación fiscal del país desde una situación de déficit a una situación de superávit primario y las mejores perspectivas que tenemos hacia adelante ha sido un factor fundamental, en el cambio de que ha tenido el país, mientras que en el 2018 Costa Rica se veía como un país altamente riesgoso por su problema fiscal, que posiblemente de haber seguido adelante hubiera llevado no solo una crisis fiscal sino además a una crisis en el sector financiero y a una verdadera y profunda crisis económica como la que tuvimos a inicios de los ochentas que fue también causada por un problema fiscal, de pasar de esa situación, donde la desconfianza de los agentes económicos se había convertido en el primer, en el principal problema de crecimiento económico del país, tenemos ahora una posición de confianza y esa deberíamos protegerla.
Diluir la regla fiscal, flexibilizar el régimen de la regla fiscal podría dinamitar esa confianza que hemos venido ganando a pulso a partir de la aprobación de esa reforma de diciembre del 2018 que tanto costó, recordemos que esa reforma tuvo opositores muy fuertes sobre todo en el sector público. Tuvimos huelgas por tres meses en que básicamente se paralizó al país desde septiembre hasta diciembre del 2018. Tuvimos que enfrentar un país básicamente bloqueado en muchas partes sobre todo en el Área Metropolitana pero también en las zonas costeras por diferentes grupos sindicales que se habían opuesto radicalmente a esa reforma fiscal, ¿por qué?, porque la reforma fiscal tocaba sus intereses, tocaba las remuneraciones en el sector público y tocaba el crecimiento del gasto.
Ese gran costo político que se incurrió y el gran costo económico que se incurrió en diciembre del 2018 para poder avanzar con esa reforma fiscal podría ponerse en peligro si se diluye la regla fiscal y por eso me parece que es fundamental que se aborde con mucho cuidado las reformas que se vayan a hacer sobre la regla fiscal.
Creo que sí tiene sentido lo que algunos han propuesto de que se excluya de la aplicación de la regla fiscal algunas instituciones que tienen ingresos propios, que generan ingresos propios y que consecuentemente no dependen en todo o al menos alguna parte de su gasto de las transferencias del Gobierno Central, porque el problema fiscal en Costa Rica esencialmente nace en el desbalance que existía entre los ingresos y gastos del Gobierno Central, entonces para las instituciones que tengan ingresos propios me parece que los gastos que se financian con esos ingresos propios podrían quedar excluidos de la regla fiscal.
Esa exclusión a mí me parece que tiene sentido, como la tiene la exclusión de las instituciones que son privadas pero de derecho público como por ejemplo la Liga Agrícola de la Caña, el Conarroz, etc., hay una serie de instituciones que en Costa Rica son de naturaleza privada que no reciben transferencias del Gobierno Central pero que son de derecho público por disposición de la ley, es decir, que tienen algunas atribuciones públicas pero que no reciben recursos del Gobierno Central y que consecuentemente no han contribuido al problema fiscal, excluir a esas entidades de la aplicación de la reglame parece que es es razonable.
Por otro lado, me parece que no es conveniente excluir de la aplicación de la regla fiscal ni el gasto por intereses, ni el gasto de capital como algunos lo han lo han sugerido. Sí creo que es importante que el gasto de interés y el gasto de capital crezcan a la tasa que tengan que crecer para que primero el gobierno pague sus deudas y pague los intereses sobre esas deudas y en segundo lugar que pueda invertir todo lo que se requiera en infraestructura esencial tanto en carreteras, puertos, aeropuertos, escuelas, hospitales etc., lo que el país requiera en infraestructura para poder seguir creciendo, que ese gasto capital crezca incluso por encima de la regla pero que haya otros componentes del gasto que se compriman para que podamos cumplir como país con el techo máximo decrecimiento del gasto total que la regla impone.
Diluir esa regla fiscal y sobre todo diluirla excluyendo el gasto por interés, el gasto de capital, que ha sido muy criticado por organismos como el Fondo Monetario Internacional por ejemplo, podría minar la confianza, minar el apoyo de los organismos internacionales, minar el apoyo de los mercados internacionales y además quitarle al país la capacidad de seguir atrayendo inversión y de seguir generando crecimiento vía inversión extranjera e inversión doméstica. Jugar con el problema fiscal es jugar con el crecimiento económico y el bienestar de todos los costarricenses.
–¿Cuánto riesgo podría estar corriendo en estas tesituras, en esta coyuntura el acuerdo con el Fondo MonetarioInternacional por los 1778 millones de dólares que ha venido rigiendo en estos últimos dos años, incluso aprobados durante su gestión?
-El Fondo ha sido crítico de algunas de las propuestas de la de la administración sobre la dilución de la regla luego la flexibilización como se le llama por algunos de la regla fiscal que en última instancia implica un relajamiento. Me parece que el Fondo ha sido muy claro en que no es conveniente que se aprueben estos cambios que irían en la dirección de relajar o flexibilizar o en todo diluirla disciplina fiscal que ha impuesto la regla fiscal y se pondría claramente en peligro que se mantenga en vigencia ese acuerdo con el Fondo Monetario Internacional de aprobarse las reformas a la regla fiscal en la dirección de diluirla.
Ahí no solo estamos incurriendo el riesgo de pérdida de confianza en general de los agentes económicos y los inversionistas extranjeros y domésticos sino también, posiblemente, la pérdida de apoyo por parte del Fondo Monetario Internacional y consecuentemente una agravación de la situación de confianza en relación con las demás entidades multilaterales y de los mercados mismos. Así es que eso sería realmente jugar con fuego y yo quisiera llamar la atención de que no debería el país avanzar por la ruta de diluir la regla fiscal en este momento.
–De retroceder, según le entiendo...
-De retroceder en este tremendo avance que hemos tenido como país y que deberíamos celebrar porque realmente hemos cambiado muy fuertemente y en esto hay que ver las cifras fiscales y reconocer el esfuerzo que se hizo tanto en la administración anterior como en la administración actual de mantener esa disciplina fiscal y darle ese giro radical, rotundo, a las cifras fiscales para beneficio de todos.
3 recomendaciones al Central
El expresidente del Centra también lanzó tres recomendaciones de coyuntura:
–Reducir la Tasa de Política Monetaria para quitarle presión al tipo de cambio
-Implementar y anunciar un programa activo de compra de reservas, incluso hasta mil millones de divisas para fortalecer reservas en próximo meses
-Considerar pago temprano de crédito con el Fondo Latinoamericano de Reservas por $1.100 millones
Tercera revisión de acuerdo FMI
Un equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) encabezado por Manuela Goretti mantuvo reuniones virtuales y presenciales con las autoridades de Costa Rica entre el 20 de septiembre y el 3 de octubre de 2022 en el marco de la tercera revisión del acuerdo SAF, anunció el ente multilateral el 4 de octubre.
El acceso a los recursos del SAF existente es de 335 por ciento de la cuota (DEG 1.237,49 millones, aproximadamente USD 1.800 millones) y la conclusión de la tercera revisión, sujeta a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, permitirá disponer de DEG 206,23 millones (aproximadamente USD 264 millones), añadieron.
¿Qué dice el convenio?
El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el 1 de marzo de 2021 un acuerdo ampliado de 36 meses en el marco del Servicio Ampliado del FMI (SAF) para Costa Rica, por un monto equivalente a DEG 1.237,49 millones (335% de la cuota, equivalente a unos USD 1.778 millones). La aprobación del Directorio Ejecutivo permite un desembolso inmediato equivalente a USD 296,5 millones, aproximadamente. El acuerdo SAF complementa el apoyo de emergencia del FMI a Costa Rica de abril de 2020 (100% de la cuota, equivalente a USD 521,7 millones). Se espera que el acuerdo catalice otras ayudas financieras bilaterales y multilaterales, citó anuncio oficial en aquella oportunidad.
Costa Rica ha logrado importantes avances en su agenda de reformas fiscales y estructurales en los últimos años, en el marco de su proceso de adhesión a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Sin embargo, la pandemia ha golpeado duramente a la economía y ha agravado vulnerabilidades preexistentes, neutralizando los beneficios esperados de la ambiciosa reforma fiscal iniciada a finales de 2018 y generando una cuantiosa brecha de financiamiento. Mientras la rápida respuesta de las autoridades y el sistema sanitario universal bien establecido han ayudado a evitar una crisis más grave, se espera que la recuperación se prolongue, proyectándose un crecimiento de la economía costarricense de 2.6% en 2021. A su vez, los riesgos para las perspectivas económicas permanecen altos dada la incertidumbre alrededor de la pandemia, añadió el comunicado del FMI.
Además de apoyar la recuperación, el programa respaldado por el FMI tiene como objetivo lograr la estabilidad macroeconómica y avanzar en la agenda de reforma formulada por el país. Las iniciativas de políticas de las autoridades en virtud del programa se articularán en torno a tres pilares fundamentales: i) aplicar gradualmente reformas fiscales equitativas para garantizar la sostenibilidad de la deuda, protegiendo al mismo tiempo a los más vulnerables ; ii) mantener la estabilidad monetaria y financiera, al tiempo que se continúa reforzando la autonomía operativa y la gobernanza del banco central y se abordan las vulnerabilidades financieras estructurales; y iii) avanzar reformas estructurales claves para promover el crecimiento inclusivo, ecológico y sostenible, ratificó el anuncio.
Luego de la reunión del Directorio Ejecutivo sobre Costa Rica, el Sr. Mitsuhiro Furusawa, Director Gerente Adjunto y Presidente interino, emitió la siguiente declaración:
“Las autoridades de Costa Rica han respondido rápidamente al shock de la pandemia COVID-19, lo que ha permitido evitar una crisis más grave. Sin embargo, el impacto socioeconómico de la pandemia ha sido considerable, debilitando su posición fiscal y generando un déficit alto de financiamiento.
“Ante este contexto, el Servicio Ampliado del FMI respaldará el programa formulado por el país, dirigido a garantizar la estabilidad macroeconómica, apoyar una recuperación gradual y avanzar en la agenda de reformas.
“Partiendo de la base del diálogo amplio y de la reforma fiscal de 2018, las autoridades se comprometen a alcanzar un superávit primario para el 2023 que encauce la deuda en una trayectoria descendente, al mismo tiempo que se continúa asegurando un gasto relacionado con la pandemia adecuado para 2021 y un gasto social y de capital crítico durante el mediano plazo que apoye el crecimiento. El continuo refuerzo de los programas de asistencia social y la aplicación de las reformas previstas en el marco de la ambiciosa Ley de Empleo Público también serán fundamentales para mejorar la equidad y la eficiencia del gasto público. Otras reformas estructurales del ámbito fiscal respaldarán la estrategia fiscal del gobierno y mitigarán los riesgos fiscales.
“La orientación de la política monetaria continúa siendo adecuadamente acomodaticia, mientras otras medidas del sector monetario y financiero han sido transparentes y han estado bien focalizadas, lo que ha proporcionado apoyo oportuno. De cara al futuro, el mayor desarrollo del mercado de divisas favorecerá una gestión del riesgo eficaz y mayor intermediación en moneda local, mientras que la intensificación del monitoreo y la supervisión contribuirán a garantizar una capitalización bancaria adecuada.
“La ambiciosa implementación de la agenda macroestructural de las autoridades, incluso mediante la promoción de la innovación, la digitalización y el fomento de mayor participación de la mujer en el mercado laboral, ayudará a impulsar el crecimiento potencial, abordar la desigualdad y generar mejoras generalizadas en las condiciones de vida que beneficien a todos los costarricenses.
“Costa Rica ha sido pionero en la lucha contra el cambio climático y esa labor continúa siendo un pilar fundamental en la agenda macroestructural de su gobierno. Las iniciativas en curso para la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo pueden generar importantes oportunidades para la creación de empleo, así como para un crecimiento sostenible e inclusivo.”
Fuente: Fondo Monetario Internacional