Edgar Fonseca, editor

El atentado de La Penca, perpetrado durante una conferencia de prensa en territorio fronterizo de Nicaragua, cumple este martes 39 años sumido en la mayor impunidad judicial, sobre sus autores intelectuales y directos.

El atentado, ejecutado en medio de enfrentamientos militares del excomandante Edén Pastora contra el régimen de Daniel Ortega, dejó siete muertes y 21 heridos la noche del martes 30 de mayo de 1984 cuando un grupo de periodistas costarricenses y extranjeros llegaron a cubrir una conferencia de prensa convocada por la organización guerrillera en San José donde estaban basados sus operadores políticos.

La conferencia estaba convocada para el día siguiente pero sorpresivamente fue realizada la noche de ese martes.

En medio de un acalorado intercambio de Pastora con los periodistas se produjo una potente y mortífera explosión que creó un ambiente de caos.

Murieron en el sitio Jorge Quirós, camarógrafo de Notiseis, Evelio Sequeira, asistente, y la periodista estadounidense: Linda Frazier de The Tico Times.

Presunta responsabilidad del Estado tico

Recientes gestiones desde el Colegio de Periodistas intentan abrir una vertiente en la Fiscalía General de la República sobre la presunta responsabilidad del Estado de Costa Rica en el caso al no haber ejercido ningún control sobre la movilización de los periodistas y los organizadores de la conferencia por el sector limítrofe.

La gestión la elevó y confirmó el Lic. Ewald Acuña, asesor legal del Colegio de Periodistas.

“Ya fue presentada a la Fiscalía”, ratificó Acuña este martes por la mañana.

“Se pretende dos cosas, una que la fiscalía evalúe la existencia o no de omisiones ilícitas por parte de funcionarios públicos y segunda que se remita copia de la ampliación de la denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que las valore en el denominado “Caso La Penca” para determinar la existencia o no de responsabilidad del Estado de Costa Rica en el atentado”, aseveró.

Afirmó que por resolución del entonces fiscal general, Jorge Chavarría, el caso fue cubierto como de lesa humanidad por lo que su acción penal no prescribe en Costa Rica.

En 2013, Chavarria confirmó que recibió una nota del gobierno argentino que consignaba que el supuesto autor del atentado el guerrillero Roberto Vital murió en un ataque subversivo al cuartel La Tablada, Buenos Aires. Las autoridades locales lo identificaban como Per Anker Hansen de supuesto origen danes.

Viajó a la zona de La Penca y se hizo pasar como supuesto periodista. Salió ileso del atentado. Fue atendido en el hospital de San Carlos de donde escapó en un taxi a a San José y huyó, vía aérea, hacia Panamá.


¿Luz al final del túnel?

Emma Lizano, entonces presidenta del Colegio de Periodistas, detalló en mayo de 2019 una serie de acciones tendientes a ni dejar el el olvido institucional y penal el caso:

  • en 2005el Colegio presentó una demanda contra el Estado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en favor de las víctimas.
  • en 2010 la Fiscalía costarricense, tras gestiones realizadas por el Colegio, declaró que el crimen de La Penca era un delito de lesa humanidad, por lo cual no prescribe.
  • en marzo 2012, el Colegio amplió la demanda para incluir a Nicaragua debido a la falta de investigación por parte de ese país, añadió.

El año anterior, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos envió una carta al Colegio solicitando que los involucrados en el proceso envíen documentos de evidencia sobre la situación de La Penca para estudiar la admisibilidad del caso. Ante esto, el Colegio de Periodistas, sin vacilar, contrató un abogado para dar respuesta a la misiva en el plazo solicitado. Recientemente, recibimos la respuesta de la Comisión, la cual solicitó al gobierno que haga sus observaciones, reseñó en aquella oportunidad Lizano.

Especial: Pudo despedazar mi vida pero no mi pasión por el periodismo, Edgar Fonseca, editor


John McPhaul, exeditor The Tico Times

Un agente del servicio secreto cubano, presunto autor intelectual del atentado de la conferencia de prensa de 1984 en La Penca, Nicaragua, en el que murieron tres periodistas, escribió una carta una década más tarde quejándose con amargura al exministro sandinista del Interior, Tomas Borge, que lo dejó en evidencia por su supuesta responsabilidad en el hecho.


“Estoy cansado de asumir el papel de chivo expiatorio con la indiferencia de algunos y el silencio sospechoso de los demás, más aún cuando no recibo palabras de apoyo u orientación”, dijo Renán Montero, un oficial de inteligencia cubano que trabajó en el gobierno sandinista de Nicaragua durante la guerra del régimen contra rebeldes respaldados por Estados Unidos en las décadas de 1980 y 1990.

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