Edgar Fonseca, editor/Foto OIJ

Las muertes de la joven Kristel Fernandez, de 21 años, y de su hija de cuatro, acontecidas en Limoncito, Limón, el 16 de abril, a medianoche, fueron atribuidas por el OIJ a la venganza de una banda criminal a la que la muchacha denunciaba en sus redes.

Ambas murieron al ser atacada su casa a balazos por desconocidos”.

“La joven de 21 años no pertenece a ningún grupo criminal”, dijo este jueves Randall Zúñiga, director del Organismo de Investigación Judicial.

“Ella más bien todo lo contrario, pensamos y creemos que dentro de la línea de investigación que se tiene fallece producto de que, a través de redes sociales, atacaba a un grupo criminal en particular”, añadió.

“Esta situación fue la que conllevó que personas asociadas a este grupo criminal -al cual ella adversaba públicamente en redes sociales- pues la hayan atacado”, aseveró.

Sus declaraciones las dio tras 11 allanamientos y cinco detenciones, de individuos sospechosos de pertenecer a la banda de un fugitivo de apellido Peña alias Tony, acusado de grandes y violentas operaciones narco en la región Caribe.

El sospechoso, en la mira de la policía estadounidense antidrogas, DEA, sigue en fuga pese a este segundo golpe que las autoridades ejecutan contra sus más cercanos.

El seis de febrero un contingente de 500 agentes OIJ fracasó en un intento por capturarlo, luego del fallo de un apoyo policial que custodiaba la residencia del sospechoso dotada de cámaras de seguridad.

La banda criminal de Tony es ligada a por lo menos 15 homicidios en Limón bajo la modalidad del sicariato, según las investigaciones policiales.

11 allanamientos, 5 detenciones

Tras 11 allanamientos esta madrugada hubo cinco arrestos:

– Masculino apellido Myers, 25 años

– Masculino apellido de la O, 18 años

– Masculino apellido Ford, 29 años

– Femenina apellido Marín, 25 años

– Masculino apellido Camacho, 28 años

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