La azarosa recuperación de Jeff Bauman, quien perdiera sus dos piernas en el atentado de la Maratón de Boston, descrita por sus médicos, terapistas, amigos, familiares, su novia y él mismo. Un informe especial de Tim Rohan de The New York Times retrata con amplitud, detalles, testimonios, la lenta y dura marcha de este joven exempleado de Costco, que llegó a la meta de la maratón aquel 15 de abril a esperar por su novia y se vio atrapado en un infernal atentado terrorista. Bauman recuerda con precisión al sospechoso, instantes antes de la explosión: ” Buscaba a Hurley (su novia) cuando un hombre detrás de él, a unos cinco metros a su derecha, le llamó la atención. El hombre llevaba un abrigo oscuro pesado, gafas de sol, una mochila y una gorra de béisbol baja y apretada en la cabeza. Parecía extraño. ¿Por qué estaba vestido con tan caliente en un día soleado? Él se puso serio, también. Y ¿por qué estaba de pie tan lejos? Bauman miró hacia otro lado. Echó un vistazo a Hurley de nuevo, y luego miró por encima de su hombro derecho. El hombre se había ido, pero su mochila estaba allí en la acera. Luego Bauman vio un destello y escuchó una explosión. De repente, estaba tendido en la acera, aturdido y un poco adormecido. Olía a azufre. ¿O a metal quemándose? Un fuego artificial, pensó. Se sentó y vio cuerpos esparcidos y un montón de sangre…”. Con sus piernas despedazadas y recibiendo atención médica de emergencia, Bauman se convirtió en símbolo de los sobrevivientes: su atropellado traslado al hospital, las primeras intervenciones, la amputación; el camino hacia su rehabilitación: dolorosas curaciones, su ánimo, sus sueños, su novia, su madre, hasta caminar de nuevo, hace poco, por primera vez con prótesis, son parte de esta narración. Puro Periodismo recomienda este reportaje por su hondo contenido humano, el perfil que plasma del sobreviviente, la variedad de fuentes a las que recurre y la vívida descripción del momento de la tragedia y de la desafiante ruta de la recuperación.
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