Una primicia de gran impacto por la vivida narración de la sobreviviente que no solo se sobrepuso al accidente sino al largo y doloroso proceso de recuperación en el que todavía se encuentra.
Así lo destaca en Hola
“El primer día que me miré en el espejo, tenia 104 puntos en la cara, negros, que parecían cosidos con cuerda náutica, y había perdido el ojo derecho. Me quede aterrada”.
“Ahora que solo tengo un ojo, quizás percibo más cosas que antes, mi vida era una contrarreloj total, era una lucha contra el crono, y ahora es cuando veo que hay que parar y medir las cosas de otra forma. Ya no son décimas de crono, sino los pequeños momentos”, dice.