Ulibarri: La ONU que yo viví

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Eduardo Ulibarri Bilbao, uno de los más distinguidos periodistas costarricenses, presentó esta semana su obra La ONU que yo viví, una recapitulación de su paso, como embajador de Costa Rica ante la organización mundial de naciones en el cuatrienio 2010-2014.

Veterano comunicador, exdirector de La Nación, catedrático universitario, diplomático, consultor en análisis sociopolítico y estrategias de comunicación, Ulibarri lideró la representación nacional ante el foro mundial durante la administración de la presidenta Laura Chinchilla.

En dicho periodo el país afrontó uno de los mayores desafíos de su agenda diplomática tras la invasión del ejército de Nicaragua a la fronteriza isla Calero en 2010. El hecho fue denunciado por Costa Rica ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya que está a punto de emitir su veredicto.

Ulibarri repasa sus experiencias en el máximo foro mundial de naciones y aporta su perspectiva sobre el rol y futuro de la entidad en el complejo escenario multilateral de nuestros días.

“Mediante una envolvente síntesis de revelación y análisis, narración y exposición, Eduardo Ulibarri nos guía por los fascinantes y poco conocidos vericuetos de una organización que ya llega a sus 70 años, y nos introduce en sus afanes, y los de su país, a favor de la paz, la democracia, el desarrollo y los derechos humanos”, reseña la presentación del libro de la editorial Aguilar que distribuye desde San José Librería Internacional.

Y añade: “El suyo es un intenso recorrido en el que se mezclan lo institucional e individual, los reveses y logros, las frustraciones y esperanzas. Al cumplir siete décadas, nos dice el autor, la ONU “tiene mucho de qué sentirse satisfecha”, pero deberá superar múltiples desafíos para potenciar su aporte en un mundo cada vez más desafiante”.

“En un mundo que evoluciona hacia la multipolaridad, con una expansiva plétora de entidades subregionales y regionales; difusas y especializadas; formales e informales; abiertas y cerradas; de la sociedad civil o los negocios, la ONU no tiene un monopolio de la gobernanza universal. En cambio, sí puede consolidar su indispensable papel en ella, como el gran eje que organice y un entramado de interacciones universales cada vez más heterogéneo y complejo. Es la organización como pivote”, destacó Ulibarri en un reciente artículo en La Nación con ocasión del 70 aniversario de la ONU.