Encuesta, cierre y el filo de la navaja…

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A man casts his vote in San Jose, during the one-candidate presidential vote, on April 6, 2014. Voting got under way in Costa Rica on Sunday, where historian and former diplomat Luis Guillermo Solis faced no opposition in the country's presidential run-off election. His lone rival in the race, conservative contender Johnny Araya, dropped out last month after polls showed he would be soundly defeated, giving the centrist Solis an easy glide path toward victory in the election to lead this country of some five million people. AFP PHOTO / ESTEBAN DATO

Edgar Fonseca, editor

Si las elecciones fueran hoy, Antonio Álvarez Desanti triunfaría en primera vuelta  en un escenario de dientes apretados, conforme datos de la más reciente encuesta de la firma Opol. Sería una victoria mínima, pírrica, apenas para pasar a la segunda ronda.

Otras encuestas lo ponen contra la pared.

Y hasta le muestran el peor de los escenarios, quedar fuera de la contienda, lo que supondría uno de los mayores reveses políticos de tiempos recientes.

Su “círculo cero” debe estar enfrascado en descifrar las causas de ese esquivo comportamiento del electorado con una candidatura que despegó con una sólida ventaja y ahora pasa por semejante desasosiego.

Pero veamos algunas de las señales que se intuyen a partir de los datos de la encuesta Opol, la última del año, que abarcó a 6.200 electores, en 70 cantones, del 12 al 19 de diciembre en un ejercicio de papeleta simulada, con un margen de confianza del 95%.

-De los electores decididos a votar, 28,7% se inclinan, de momento, y a a pesar de los pesares, por el aspirante verdiblanco. Ventaja ajustada, del 1,7%, pero muy preciada, para todos sus propósitos.

-El triunfo lo amarraría el aspirante PLN en las provincias menos desarrolladas: Limón, Puntarenas y Guanacaste, donde lidera –según dichos datos– con hasta 15% de ventaja.

-Cartago y Heredia, le darían la espalda.

-Y el país viviría ese cuatro de febrero una noche de suspenso, con lo que finalmente vaya a ocurrir en San José y Alajuela, donde la ventaja del pretendiente verdiblanco se reduce apenas a dos puntos.

“Enero toreado”

Mucho dependerá del rumbo que tome la campaña en esas últimas cuatro semanas de enero que se nos vienen encima después del parón de fin de año en este bendito país en el que “el día ya no es día y la noche aún no llega…”.

-¿Por qué Limón, Puntarenas y Guanacaste parecen favorecer contra viento y marea al PLN?

Son provincias neurálgicas para el desarrollo del país. Hay obra grande en marcha –la megaterminal portuaria en Moín, la nueva ruta a Limón o el superpolo turístico-empresarial del Pacífico, el  nuevo aeropuerto de Orotina–; obra que, de despegar, genera la expectativa de miles de empleos en sus paupérrimos entornos.

Sus gentes –se deduce de la encuesta–no parecen caer, de momento, en el espejismo de un “nuevo país”, de la noche a la mañana. Quieren estabilidad, desarrollo, crecimiento, oportunidades. Quieren, en fin, ir a la segura.

¿Se los daría esto un salto al vacío, a lo desconocido?

En 2014, en primera vuelta, Liberación solo derrotó al PAC en dos provincias: Puntarenas con 34% de respaldo y Guanacaste con 40%; en Limón cayó por la mínima con el resultado reflejo del nacional: 30,6% vs 29,7%. * Ver informe TSE adjunto.

-Cartago, otrora bastión verde, parece –según la encuesta Opol– inclinarse por asestarle un nuevo golpe al PLN. En 2014, PAC sacó en la provincia brumosa 34,8% vs 27,8% de los verdiblancos.

-Heredia apunta a confirmar su aversión de la última elección al PLN. En los comicios anteriores, el ahora oficialismo alcanzó 38,5%   vs 25,8% de Liberación.

-Y será en San José (36% PAC vs 28% PLN, primera vuelta 2014) y Alajuela (31% vs 29%, en esos mismos comicios)  donde el preciado botín de los indecisos tendrá la última palabra.

¿Pero quiénes son esos poderosos y esquivos indecisos que hacen temblar a cualquier político?

Según los más recientes estudios de opinión, ese segmento lo conforma una población de votante joven profesional, aspiracional, crítica y madura; que razona su sufragio hasta el último instante. ¿Arriesgaría este elector sus opciones laborales, competitivas, de mercado, profesionales?

Esas y otras respuestas las tendremos claras la noche de ese domingo en que, como recuerdo a un colega mexicano de Televisa mientras cubríamos la elección de Ernesto Zedillo, en julio 1994, en el D.F., confiamos que el TSE “rechine” de  limpieza…

Punto final-El alto mando de Seguridad descubrió el agua tibia: declarar emergencia nacional la carnicería narco que nos azota. Les cogió muy tarde. Lástima que no lo hicieron desde los albores de la administración; quizá, no le hubiesen dejado al país ese funesto legado, récord de muertes violentas, por el que les juzgará la historia per secula seculorum.

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