¡Qué engaño más grande!

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Dennis Meléndez Howell, Ex Regulador General *

Fui de aquellos que defendí a capa y espada la aprobación de la reforma tributaria, aún con el enorme disgusto de la amnistía, las odiosas excepciones (cooperativas y grupos de presión), la no eliminación del enganche médico y otras atrocidades. Muchos no se han dado cuenta aún que el haberse eximido de la tasa del 13% por otras menores o exención total no les beneficia (no pueden descontar el IVA que pagan) pero con consecuencias fatales para el buen funcionamiento del IVA. A simple vista, la reforma parecía ser un mal menor.

Pero, ingenuamente muchos creímos que las autoridades estaban concientes de que esa reforma no solo era insuficiente sino que requería avanzar con otros proyectos paralelos y, fundamentalmente, la condición indispensable sería la reducción del gasto.

Nos mintieron

¡Qué engañó más grande! El gobierno nos mintió. No hay el más mínimo interés en recortar gastos y, mucho menos, reestructurar el aparato estatal. JAPDEVA sería la prueba de fuego. En vez de eliminar ese cáncer de una vez, van a seguir desperdiciando los recursos que nos sacan con la reforma tributaria. Siguió la Caja y las universidades.

Los diputados, por ingenuidad o complicidad, no me atrevo a calificarlo, cayeron en la misma trampa. No sólo aprobaron la reforma, sino que algunos fueron los heraldos de la causa y, hoy, el pueblo los culpa a ellos más que al propio Gobierno.

Pero vino lo impensable. El gran motor que obligaría a reducir el gasto sería la iliquidez e insolvencia fiscal. Pero de nuevo, los diputados pusieron un puente de plata para que el Gobierno se olvidara de su responsabilidad: aprobaron la emisión de Eurobonos que están por ingresar, con consecuencias fatales para nuestro aparato productivo y nuestra competitividad externa e interna.

De alguna manera debería evitarse que el Gobierno coloque esos títulos en dólares, si no median acciones claras y efectivas de que el gobierno está cumpliendo con su deber. Pero no hay ningún indicio de que lo vaya a hacer. La cereza del pastel fue la entrega total a los sindicatos en el caso de la Caja. (Se nos olvida que el vicepresidente es dirigente sindical y los pactos del PAC con los sindicatos, estilo el pacto del Melico)

La fiesta sigue

Pero la fiesta sigue. La Asamblea Legislativa tiene en su conocimiento dos créditos externos cuyos recursos serán para pagar salarios y gastos superfluos. Suman como $850 millones que siguen disparando la deuda pública a niveles escandalosos. Más del 50% del gasto público ya lo estamos fanciandoos con préstamos. Eso tiene un solo nombre: irresponsabilidad total.

De esos $850 millones, del BID y la CAF, una parte (como $100 millones) es un préstamo para aumentar nuestro aporte a la CAF, cuyo único objetivo es que nos puedan prestar los otros $350 millones pero tenemos que pagar los $450 millones y cubrir los intereses totales por ese monto. Realmente es increíble este manejo financiero. Nos endeudamos para que nos dejen endeudarnos ¿Suena o no irracional? Con nuestro aporte de capital, cuyos dividendos serán menores que los intereses, prácticamente duplicamos la tasa de interés que pagaremos por esos recursos. ¿Quién está manejando nuestras finanzas públicas? Yo no lo pondría a administrar ni una pulpería.

Control al gasto

Es urgente que los señores diputados se den cuenta de esta impericia financiera y detengan la aprobación de ambos créditos. Bueno, y espero que, los eurobonos 2020 ya queden en el olvido.

Lo único responsable es emprender de una vez el control de gastos, el desorden presupuestario y el cierre de entidades y programas que cuestan más de lo que producen (son verdaderas máquinas de destruir dinero). Con más créditos seguiremos alcahueteando la fiesta que se tiene la Presidencia.

Sé que hay muchos diputados que tienen la buena intención de sacar al país de la quiebra técnica en que nos tienen. El primer paso es parar ese endeudamiento que solo servirá para que este gobierno sobreviva de aquí a las elecciones. Para entonces, ya aparecerán negritas, matrimonios igualitarios y abortos terapéuticos con que ganarán las siguientes elecciones. Para entonces, Venezuela será nuestro paradigma.

Fuente: Facebook Dennis Meléndez Howell