Edgar Fonseca, editor
El primer caso confirmado del coronavirus COVID-19 en América Latina fue diagnosticado en Costa Rica, una nación de 5 millones de habitantes que tiene un poco más de un médico por cada mil personas.
Una receta… para el éxito
Pero lo que podría haber sido una receta para un desastre sanitario se ha convertido en un éxito relativo de la pandemia. Para el 6 de mayo, Costa Rica había reportado 755 casos y seis muertes, resalta un análisis divulgado en el sitio del Foro Económico Mundial (WEF).
Es un récord –destaca el sitio– a la par con el de Nueva Zelanda, ampliamente considerado como un paradigma para el manejo efectivo del virus. Nueva Zelanda tiene una población de tamaño similar y, al 6 de mayo, había notificado 1.488 casos y 21 muertes.
El número de personas que se recuperan del coronavirus en Costa Rica ha superado recientemente el número de nuevos casos. Para el 4 de mayo, el número total de personas que se habían recuperado era mayor que el número de casos activos, detalla el artículo del periodista Douglas Broom.
Se reaccionó rápido
Entonces, ¿cómo ha tenido Costa Rica tanto éxito en contener el virus? El empresario tecnológico costarricense José Cayasso, cuyo negocio está basado en Nueva York, no tiene dudas sobre la razón de la resistencia de su nación.
“La clave es la rapidez con la que el gobierno respondió y la seriedad con la que se tomó la situación desde el principio”, dice en un vídeo de YouTube. “Pocos países, incluso historias de éxito como Corea del Sur, han tenido tanto éxito como Costa Rica en la reducción de la curva”.
Cayasso, que dejó su oficina en los EE.UU. para hacer frente a la pandemia en su país de origen, dice: “Viendo cómo evolucionó la situación en las primeras semanas, viendo cómo respondieron estos dos gobiernos, no elegiría ningún otro lugar del mundo que no fuera Costa Rica”.
Transmisión muy controlada
“Hemos tenido una transmisión muy controlada”, dijo el ministro de salud del país, Daniel Salas, al Tico Times en abril. “Eso se debe en gran parte a las medidas tomadas en el momento oportuno, pero también a la respuesta muy favorable de una población que entiende el desafío que estamos enfrentando”, agregó Salas, según el sitio WEF.
Costa Rica prohibió las reuniones masivas el 9 de marzo y, el 16 de marzo, declaró el estado de emergencia, en virtud del cual se dijo a la gente que trabajara desde su casa y se cerraron las escuelas y todos los negocios no esenciales. Posteriormente, el 19 de marzo se cerraron las fronteras del país.
A diferencia de algunos otros países de América Latina, Costa Rica cuenta con una atención médica universal, en la que gasta una proporción del producto interno bruto (PIB) superior al promedio de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). La OCDE dice que “hay mucho que elogiar” acerca de un sistema que ofrece una mayor esperanza de vida que muchas otras naciones de la OCDE, consigna el WEF.
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