Clan del Golfo devasta Tapón de Darién con tráfico de drogas, migrantes y minería ilegal

13

PuroPeriodismo/La Prensa, Ciudad de Panamá

La selva de Darién parece intacta, impenetrable. Pero bajo su verde espesura, a unos siete kilómetros de la frontera con Colombia, se esconde una operación clandestina de minería ilegal. 

El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) ha seguido su rastro durante seis meses. Con información de inteligencia y reconocimientos aéreos, ha detectado una infraestructura sorprendente: cientos de metros de tubería, equipos sofisticados y una zona de extracción que se extiende por casi una hectárea.

No se trata solo de mineros buscando fortuna. Detrás de esta operación está una de las organizaciones criminales más poderosas de Colombia: el Clan del Golfo. Sus redes se extienden hasta Panamá, donde han logrado permear comunidades indígenas y afrodescendientes, controlando el territorio con una precisión inquietante.

La unidad de inteligencia de Senafront ha identificado al frente Efraín Vargas Gutiérrez del Clan del Golfo como el responsable de esta estructura criminal en la región. Desde Colombia, alias “Monseñor”, cuyo nombre es José Vega Alvarán, supervisa las operaciones. Es un sistema bien engranado: los trabajadores extraen el mineral, lo entregan a los intermediarios y, finalmente, el oro sale de la selva rumbo a mercados internacionales.

Por alias Monseñor, el Gobierno de Colombia ofrece una recompensa de más de $10,000. Aunque esta es la primera vez que se le menciona como responsable de las actividades ilegales en la selva darienita, en el lado panameño, se le atribuye el control del tráfico de drogas, migrantes y la extracción ilegal de minerales como el oro.

El rugido de los motores de bombeo rompe el silencio natural. El agua, desviada desde el corazón del bosque, es transportada a través de tuberías que recorren 400 metros hasta lo alto de un cerro. Allí, el líquido erosiona la tierra, arrastrando con él el oro oculto bajo la superficie. No es un proceso improvisado. Aquí hay experiencia, logística y dinero detrás.

PuroPeriodismo/La Prensa, Ciudad de Panamá

Deja un comentario