En tres años de este gobierno, libertad de prensa en Costa Rica se desplomó 28 puestos, según ranking mundial

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Edgar Fonseca, editor/Imagen Reporteros Sin Fronteras

La imagen de Costa Rica en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa se desplomó 28 puestos en los últimos tres años en medio del agudo enfrentamiento del gobierno con medios independientes, según el ranking anual 2025 de la organización Reporteros Sin Fronteras.

En la más reciente clasificación, el país aparece en el puesto 36 con un puntaje de 73,09, detalla el informe anual divulgado este viernes.

En 2022, al inicio de la presente administración, el país aparecía de octavo en dicho ranking con 85,92 puntos; en 2023 descendió al 23 con 80,2 puntos y el año anterior cayó al sitio 26 con 76,13 puntos.

El descenso se ha agudizado en medio de los constantes ataques del presidente Rodrigo Chaves a medios de comunicación independientes.

Trinidad y Tobago, Canadá, Jamaica y Surinam en el hemisferio americano y el Caribe a nuestro país, según el ranking.

Por primera vez en la historia del ránking, la situación de la libertad de prensa se vuelve “difícil” a escala mundial

Aunque las agresiones físicas contra los periodistas son el aspecto más visible de las vulneraciones a la libertad de prensa, las presiones económicas, más insidiosas, también representan un obstáculo de primer orden. El indicador económico de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa sigue cayendo en 2025 y alcanza un nivel crítico sin precedentes. Como consecuencia, y por primera vez en la historia del ránking, la situación de la libertad de prensa se vuelve “difícil” a escala mundial, destaca Reporteros Sin Fronteras.

Mientras la libertad de prensa sufre un retroceso alarmante en muchas regiones del mundo, un factor decisivo, a menudo subestimado, debilita profundamente a los medios de comunicación: su situación económica. Concentración de la propiedad, presiones de los anunciantes o de los accionistas, ausencia, restricción o asignación opaca de ayudas públicas… A la luz de la evolución de todos estos elementos, medidos por el indicador económico de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras (RSF), se impone una conclusión: los medios se encuentran actualmente atrapados entre la garantía de su independencia y su supervivencia financiera.

CLASIFICACIÓN RSF 2025 | AMÉRICAS: la crisis económica de los medios ahonda las fisuras democráticas

El periodismo en América se enfrenta a retos estructurales y económicos persistentes: concentración de los medios de comunicación, fragilidad de los servicios públicos de información y precariedad de las condiciones laborales. En los últimos años, el colapso de los modelos económicos tradicionales de los medios ha agravado la crisis. Mientras los ingresos publicitarios migran hacia las plataformas tecnológicas globales y los hábitos del público evolucionan, las redacciones menguan y la independencia editorial se debilita. En la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2025, 22 de los 28 países de la región registran descensos en su indicador económico.

Las consecuencias son graves. La presión financiera lleva a algunos medios de comunicación a ponerse al servicio de intereses políticos o comerciales, mientras que otros, por falta de recursos, se contentan con difundir comunicados oficiales. En entornos hostiles, la autocensura se convierte en un reflejo de supervivencia. A medida que el periodismo pierde su función de informar sobre temas de interés general, la propaganda y la desinformación llenan el vacío, poniendo en peligro la estabilidad democrática.

Estados Unidos: cierre de medios, desiertos informativos y desinformación

En Estados Unidos (57º), el segundo mandato de Donald Trump ha provocado un preocupante deterioro de la libertad de prensa. Su administración ha politizado las instituciones, reducido el apoyo a los medios independientes y marginado a los periodistas. La confianza en los medios se está derrumbando, los reporteros sufren una hostilidad creciente y muchos medios locales están desapareciendo, dejando tras de sí extensos “desiertos informativos”. Trump también puso fin a la financiación federal de la Agencia de Estados Unidos para los Medios de Comunicación Globales (USAGM), causando un grave impacto en el panorama mediático internacional.

Presiones crecientes en un contexto de deriva autoritaria

Los retrocesos más significativos en la región también se explican por los giros autoritarios. En Argentina (87º), el presidente Javier Milei ha estigmatizado a los periodistas, desmantelado los medios públicos y utilizado la publicidad estatal como arma política. El país se ha desplomado 47 posiciones en dos años. En Perú (130º), la libertad de prensa también ha decaído —53 puestos menos desde 2022— bajo el efecto del acoso judicial, las campañas de desinformación y las crecientes presiones sobre los medios independientes. El Salvador (135º) continúa su caída y acumula un descenso de 61 posiciones en la tabla desde 2020. Bajo la presidencia de Nayib Bukele, la libertad de prensa sufre el desgaste de la propaganda y los ataques sistemáticos contra los medios críticos.

Contraste de tendencias en los tres mayores países de América Latina

Brasil (63º) sigue mejorando después de dejar atrás la era Bolsonaro, y escala 47 puestos desde 2022. Este avance refleja la percepción de un clima menos hostil hacia los medios y el país destaca como uno de los pocos que ha mejorado su indicador económico. México (124º), el país más peligroso de la región para los periodistas, pierde tres posiciones, debido especialmente a la creciente fragilidad de su ecosistema mediático. El país registra la cuarta mayor caída del indicador económico en Latinoamérica. Por su parte, Colombia (115ª) mantiene una puntuación global estable. La política del gobierno hacia la prensa sigue siendo ambivalente, oscilando entre el apoyo a un panorama mediático plural (local, alternativo, comunitario) y el discurso frontal del presidente Gustavo Petro hacia los grandes medios, en un contexto de persistentes amenazas a la seguridad de los periodistas.

No hay lugar para el periodismo: Nicaragua, en el fondo de la tabla

En la parte más baja de la Clasificación, Nicaragua (172º) se convierte en el país con la peor puntuación de América Latina, incluso por detrás de Cuba (165º). El régimen Ortega-Murillo ha erradicado los medios independientes, ha retirado la nacionalidad a numerosos periodistas y ha empujado a centenares al exilio. Venezuela (160º) se mantiene como uno de los países con peores resultados de la región, entre la censura generalizada y las persecuciones judiciales. En Haití(111º), el colapso del Estado y la violencia de las bandas han convertido el periodismo en una profesión de alto riesgo.

Fuente: Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, Reporteros Sin Fronteras, 2025

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