Desde la prestigiosa revista colombiana Semana una dura reprimenda a la misión de los periodistas.
El columnista German Uribe no deja títere con cabeza y pide a los periodistas mayor autocrítica. A su entender, los comunicadores somos simples transmisores y testigos de los hechos. Para nada formadores de opinión pública, dice.
“El periodista –asegura Uribe– no estudia o se hace en el ejercicio de su trabajo para guiar o conducir a nadie y mucho menos para determinarle rumbo a nada. El periodista es apenas un comunicador que, como receptor de las noticias y aconteceres de una sociedad, desempeña el oficio de transmisor de éstas.
Nada más. Otra cosa es que, derivado de su trabajo informativo, una sociedad bien informada resuelva cambiarle el curso a su propio destino, o un individuo cualquiera, luego de actualizarse por medio de la radio, la prensa o la televisión, decida mejorar o desviar la trayectoria de su vida. Pero la misión del periodista no es otra que registrar lo que acontece, y si lo puede hacer fotográficamente, mejor, pero eso sí, respetando a todo trance la verdad y con la mayor objetividad posible”.
Desde Puro Periodismo discrepamos del todo con esta visión tan miope, tan sesgada y limitada en cuanto al alcance de la tarea de los informadores.
Los periodistas no solo debemos informar de los hechos con estricto apego a la verdad , sino que estamos en la obligación y responsabilidad de analizárselos e interpretárselos a la sociedad.
Nos interesa su opinión.
¿Somos los periodistas simples testigos?
Bachillerato, buenas noticias
Ni qué decir de quienes, en estos tiempos de tanta desintegración familiar, sobreviven a las circunstancias y adversidades y logran también ensartarse en esas listas de los mejores promedios del bachillerato.
Escríbale a Edgar Fonseca a efonseca@nacion.com o síguelo por Twitter @efonsecam.
La “tamaleada”
La guerrillera holandesa de las Farc
Cuenta Semana: “A la una de la tarde del 18 de julio de 2007, la vida de Tanja Nijmeijer cambió para siempre. Ese viernes, un sol radiante se había alzado sobre las orillas del río Guayabero en la Serranía de La Macarena. Los guerrilleros del frente Antonio Nariño habían recibido permiso de bañarse, lavar ropa y descansar. Pero de repente un martilleo se tomó el campamento y la selva comenzó a temblar. Era la Fuerza de Despliegue Rápido del Ejército que lanzaba un feroz ataque. Los guerrilleros corrieron despavoridos y dejaron atrás casi todo lo que tenían, incluyendo un morral que contenía un cuaderno anillado, ondulado por efecto de la humedad y repleto de notas escritas a mano en una lengua indescifrable”.
Era el diario personal de Tanja Nijmeijer. Un crudo testimonio escrito en holandés sobre las experiencias y las frustraciones que la guerrillera holandesa de las Farc había acumulado tras casi cuatro años en la selva colombiana.
Puro Periodismo recomienda este reportaje, por combinar creatividad, descripción detallada, interpretación y análisis de un personaje y su entorno.